En un mundo gobernado por la dispersión, las cosas grandes se fragmentan y luego se distribuyen, lo mismo sucede en el mercado de las Tecnologías de la Información (TI).
Es un hecho que las TI siempre han pasado por este proceso de dispersión a lo largo del tiempo, basta recordar el poder que alcanzaron los mainframes, el cual se dispersó a los equipos de escritorio. Después llegaron los equipos portátiles, unidades que se fueron haciendo más pequeñas hasta el desarrollo de los celulares inteligentes.
Como es sabido, hoy día el cómputo en la nube pública está liderado por un pequeño grupo de enormes empresas, donde la tecnología de la dispersión de la nube es ya una realidad. En vez de que el cómputo en la nube esté limitado y centralizado en cientos de Data Centers en todo el mundo, lo que se busca es reducir la informática en multinubes distribuidas.
Actualmente, ya no es necesario construir grandes instalaciones albergando Data Centers con miles de racks. La clave está en distribuir el software de nube sin importar el tamaño de ésta. ¿Cómo sería una nube en un medio rack? podría ser el equivalente de un teléfono inteligente en el mundo de las computadoras portátiles y de escritorio.
Para hacer realidad esta dispersión es necesaria una transición óptima a un ambiente multinube, proceso que implica en primera instancia virtualizar todos los elementos físicos del Data Center, de tal manera que se añada valor a la nube y a la vez simplificar operaciones.
También es necesario habilitar las aplicaciones para que puedan ser desplegadas de manera fácil en ambientes tanto de nube pública como privada, para así agilizar la entrega de servicios. Lo que se busca es automatizar su ciclo de vida para que estas aplicaciones puedan desplegarse en cualquier tipo de nube.
Un tema a tomar en cuenta es la seguridad y el control de costos, por lo que la optimización de la multinube requiere de un análisis detallado que permita conocer los patrones de consumo, y determinar dónde es más óptimo correr las cargas de trabajo y con ello alcanzar el mejor nivel del servicio al costo más bajo.
El consumo de servicios de IT en las nubes públicas ha traído grandes beneficios a las empresas, pero al mismo tiempo representa nuevo retos, la facilidad y simplicidad para aprovisionar recursos ha llevado a una consumo exponencial, lo que hace necesario revisar a través de un gestor si se están cumpliendo con las políticas y normas establecidas, a fin de identificar cuánto se está aprovisionando, quién lo está utilizando, y si está fuera de política o no.
Se trata de generar una serie de acciones que permitan optimizar el consumo y evitar fugas o desperdicio. Incluso crear proyecciones, con base al costo y nivel de servicio, de dónde es más conveniente correr una carga de trabajo.
Por otra parte, también se debe considerar servicios como la recuperación de desastres, a través de un sistema operativo de nube que permita hacer una extensión de la nube privada a la nube pública, es decir que habilite la replicación a cualquier otro punto.
Resulta evidente que el poder ahora está en el software de nube, no en el dueño del Data Center, gracias a las bondades que en la actualidad ofrece un ambiente multinube, a través de un sistema operativo que haga realidad el poder ubicar la información donde mejor convenga a cada empresa.
Por: Fernando Zambrana, Director de Nutanix México.