Recientemente el FBI advirtió sobre los riesgos de seguridad que supone seguir utilizando Windows 7. En ese sentido, ESET se dio a la tarea de analizar las consecuencias de emplear este sistema operativo que ya no recibe actualizaciones.
A comienzos de 2019, Microsoft anunció que el sistema operativo Windows 7 iba a dejar de recibir soporte de forma gratuita y actualizaciones de seguridad, al considerar que había cumplido su vida útil y recomendó a usuarios y empresas actualizar al sistema operativo Windows 10.
Por su parte, el FBI emitió este lunes un comunicado donde advirtió a las empresas sobre los riesgos de seguridad que supone seguir utilizando Windows 7, ya que, a medida que pasa el tiempo, se vuelve cada vez más vulnerable a los fallos de seguridad por la falta de actualizaciones y el descubrimiento de nuevas vulnerabilidades del sistema operativo.
“Son muchos los ámbitos en los que se sigue utilizando Windows 7, lo cual se considera una situación grave por el alto grado de vulnerabilidad y las consecuencias que podría representar ser víctimas de un ataque, ya que están más expuestos que aquellos que corren un sistema operativo actualizado y que cuentan con las actualizaciones de seguridad», comentó Camilo Gutierrez, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
Tal vez te interese: Tras fin de soporte a Windows 7, cerca del 28% de equipos en México continúa usándolo.
Se han dado casos en los que, al identificar vulnerabilidades como BlueKeep o Zero Day, se registraron ataques que buscan explotar estas fallas antes de que sean solucionados. Lo que demuestra que los cibercriminales están atentos al descubrimiento de nuevas vulnerabilidades para intentar explotarlas. Asimismo, en 2017, el ransomware WannaCry afectó a miles de sistemas a nivel global pese a que ya existía un parche que corregía el problema, mismo que muchos no instalaron, lo que permitió que el código malicioso explotará una vulnerabilidad en Windows.
Debido a la situación actual por el COVID-19 muchos usuarios se encuentran trabajando en sus dispositivos desde casa, lo que ha generado un aumento de los ataques de fuerza bruta dirigidos al Protocolo de Escritorio Remoto (RDP,), que se utiliza para que un equipo se conecte de manera remota a una red corporativa.
El especialista de ESET, Aryeh Goretsky, explicó que, con el fin del ciclo de vida de Windows 7, “tener computadoras que corran este sistema operativo y sean directamente accesibles mediante RDP a través de Internet representa un grave riesgo para las empresas que deberían planear mitigar estos ataques”.
ESET destaca que al no existir los parches disponibles los cibercriminales continúan viendo en Windows 7 un blanco atractivo, pues el riesgo de utilizar un sistema operativo que no recibe actualizaciones es elevado.
“Conocer los riesgos a los que nos exponemos permite tomar las medidas necesarias para evitarlos. La educación es un factor clave para mantenerse seguros, informarse sobre las últimas amenazas, actualizar los sistemas, contar con soluciones de seguridad, tanto en computadoras de escritorio como en dispositivos móviles permite disfrutar de la tecnología de manera segura”, concluye Gutierrez.