En la compleja época que se vive actualmente a nivel mundial, se ha hecho evidente el apoyo que representan las tecnologías que permiten a gobiernos, empresas, hogares e individuos estar permanentemente conectados.
Adicionalmente, y para bien de esta condición, continuamos encaminándonos hacia la Cuarta Revolución Industrial (4RI), que se habilita por tecnologías establecidas y emergentes –incluyendo la nube, Internet de las Cosas (IoT), inteligencia artificial (IA), analítica de Big Data, automatización, robótica, machine learning, realidad virtual y otras– con el fin de transformar la vida de las personas, organizaciones y países, llevándolos a una mayor agilidad de respuesta e inteligencia al utilizar la innovación tecnológica como base para su desarrollo.
Sin duda, un elemento crítico para que la 4RI alcance su máximo potencial es la conectividad; de hecho, para muchos ésta representa uno de sus mayores retos. Con todo, la próxima llegada de las redes 5G (que en México es algo cada vez más cercano) significará un parteaguas, gracias a su capacidad de velocidad e inteligencia, y sobre todo considerando que con estas redes ya se podrán conectar tanto personas, dispositivos, aplicaciones, datos y sistemas automatizados, como todo tipo de sensores, cosas e incluso ciudades inteligentes.
El World Economic Forum (WEF) y PwC consideran que estas redes serán críticas para la 4RI. En un reporte elaborado en conjunto opinan que, de hecho, el impacto positivo de la 4RI se visualizará hasta que se dé el despliegue de 5G, y que éste abrirá una enorme gama de oportunidades, incluyendo mejores prestaciones de servicios y toma de decisiones, así como la tan esperada optimización de la experiencia de clientes y usuarios. En el informe estiman que esto dará como resultado un valor económico global estimado en $13,200 trillones de dólares para el 2035.
Sobre el aporte que hacen las redes 5G versus sus predecesoras (4G), las organizaciones señalan 5 habilitadores funcionales clave que, al combinarse, serán definitorios para la transformación de múltiples sectores (incluyendo salud y servicios públicos): se trata de banda ancha súper rápida, comunicación de baja latencia ultra confiable, comunicaciones masivas tipo máquina, alta confiabilidad/disponibilidad y uso eficiente de energía, características esenciales en la era de la movilidad y la hiper conectividad.
Estas nuevas redes desatarán un verdadero ecosistema IoT, y harán que la velocidad, el tiempo de respuesta y el rendimiento dejen de ser una preocupación, alcanzando incluso niveles de instantaneidad. En otras palabras, serán el vehículo para un estilo de vida y de trabajo más cómodo, eficiente, ágil e inteligente, que se adaptará de mejor forma a escenarios complicados como el actual.
Ahora bien, ¿qué se necesita para que las implementaciones de 5G tanto en las empresas como de parte de operadoras y proveedores de servicio sean adecuadas?
HPE Aruba prevé que el Wi-Fi empresarial está listo para convertirse en vía de acceso a las redes y servicios 5G y, si bien los estándares de 5G no indican cómo un dispositivo móvil, por ejemplo, debe descubrir y autenticarse en una red Wi-Fi, hay tecnologías que cierran esta brecha.
Asimismo, el borde debe estar preparado, con elementos de seguridad, visibilidad, administración integral e identificación de problemas antes de provoquen un impacto negativo por supuesto, pero más allá de eso con la inteligencia y conectividad sin interrupciones que estas nuevas redes representan, con el fin de que para nosotros, los usuarios finales, sea algo transparente.
La implementación y uso masivo de 5G será un proceso que tomará su tiempo, pero es un hecho que estamos encaminados hacia allá.
Por: Leonardo Matus, ingeniero de Sistemas de Aruba México, una empresa de Hewlett Packard Enterprise.