Everest y Bitso anunciaron su asociación para ofrecer a los usuarios de Everest la posibilidad de recibir transacciones transfronterizas desde Estados Unidos, Europa y Singapur hacia México.
El corredor México-Estados Unidos es el segundo corredor de remesas más grande del mundo, con pagos transfronterizos que superaron los 54 mil millones de dólares en 2021, lo que lo convierte en una parte muy importante en la economía de México. El mismo estudio del Banco Mundial encontró que el costo promedio de enviar 200 dólares a nivel mundial era de un 6% (12 USD) en 2021, contrastando con la capacidad de las criptomonedas para hacer que los pagos transfronterizos sean más simples, más rápidos y más asequibles que los métodos de pago tradicionales.
«La alianza con Everest permitir los pagos transfronterizos impulsados por las criptomonedas. Los clientes de Everest en diferentes países que quieran enviar dinero a México podrán hacerlo al instante y de manera rentable, aprovechando la infraestructura de Bitso y la tecnología blockchain», dijo Santiago Alvarado, Vicepresidente Senior de Producto en Bitso.
Everest proporciona a sus usuarios infraestructura bancaria instantánea para dólares estadounidenses, euros, dólares de Singapur y otras monedas y, a través de la asociación con Bitso, ahora cualquier persona en México podrá recibir sus fondos en pesos mexicanos. Los fondos son transferibles a través de stablecoins programables y autorizadas, las cuales Everest convierte a pesos a través de Bitso para los usuarios en México.
«Habilitar las transferencias rápidas de criptomonedas a pesos mexicanos fue el siguiente paso natural», dijo Bob Reid, CEO de Everest.
Los usuarios pueden realizar transacciones tanto con criptomonedas como con su moneda local a escala mundial en cuestión de minutos, a un bajo costo, evitando el proceso de liquidación que toma días en los pagos transfronterizos tradicionales.
Según datos de la ONU, reducir el costo de las remesas un promedio de 3% puede incrementar sustancialmente el ingreso disponible para las familias receptoras y globalmente representa en total un ahorro anual adicional de hasta 20 mil millones dólares.
El impacto de esto se expande a través de múltiples Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDGs, por sus siglas en inglés) impulsados por la ONU y, transversalmente, en comunidades alrededor del mundo.