Las temporadas altas de ofertas como el hot sale representan una gran oportunidad tanto para las compañías como para los clientes, pero también para los defraudadores. De acuerdo con SAS, IA y gestión de datos, a medida que aumenta la cantidad de transacciones y ventas para un comercio, también lo hacen los fraudes, lo cuales pueden incrementar hasta en un 50% en esta época. Sin embargo, la tasa más alta de estos ocurre una vez que termina la temporada alta.
“Antes los fraudes sucedían durante los picos altos de ventas como temporadas de rebajas, vacaciones, etc., pero el nuevo ‘modus operandi’ de los defraudadores es realizarlos después de este período. El defraudador trabaja durante estos momentos obteniendo información y después inicia los ataques. Para el comercio la facturación baja pero los fraudes aumentan”, explica Yuri Rueda, Domain Expert de Fraude para SAS América Latina.
Y es que de acuerdo con un estudio de America’s Market Intelligence (AMI), América Latina es la región del mundo en la que más han aumentado las transacciones fraudulentas. Se estima que, en pagos electrónicos, estos incidentes representan una pérdida del 4.6% de los ingresos totales de los comercios.
El reto de ir un paso adelante de los defraudadores
Conforme se implementan innovadores blindajes para la prevención de fraudes, la delincuencia organizada encuentra nuevas maneras de sortearlos y desarrolla otras formas de cometer ilícitos.
“Hoy en día nos encontramos frente defraudadores más preparados, que van un paso adelante. Hemos notado que, el robo de tarjetas ya no es el principal objetivo, sino el robo de identidad, que les permite sacar créditos de distintos tipos. Y es justamente en las temporadas altas, donde los defraudadores aprovechan para recabar datos de las personas”, explica Yuri, “En la medida en la que los consumidores ingresan a diferentes sitios web para revisar y comparar ofertas, pueden entrar a alguna página falsa o vulnerada, a través de la cual los defraudadores instalarán algún virus que les permite obtener los datos de la persona y posteriormente robar su identidad o acceder a datos sensibles”
Según información de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021, en México, 15% de la población ha reportado ser víctima de algún tipo de estafa como el robo de identidad, y la clonación de tarjetas, etc. Por su parte el estudio de la Asociación de Internet MX reveló que las tres principales vulnerabilidades de los internautas mexicanos son: fraude y pérdida financiera (46.5%), suplantación de identidad (27.3%) y robo de información (22.2%).
Análisis de datos en tiempo real clave para combatir los fraudes del sector
Detectar anomalías en los patrones de uso de los cuentahabientes es clave para la prevención de fraudes. Sin embargo, el sector retail se enfrenta al reto de procesar grandes cantidades de información en tiempo real para generar una toma de decisión asertiva que blinde al establecimiento y al cliente ante algún fraude, pero que al mismo tiempo ofrezcan una buena experiencia de compra.
“Existen una alta cantidad de datos que ayudan a determinar si una transacción es real o se trata de fraude. Sin embargo, es muy difícil realizar este análisis de manera manual o con sistemas antiguos, por ello la implementación de tecnologías de IA y análisis de datos es fundamental para los comercios, ya que al momento de hacer una transacción se tienen milisegundos para tomar una decisión, si la transacción resulta ser fraude y no es detectada, es decir no se rechaza, es muy probable que ese dinero nunca se recupere”, asegura Rueda.
Y es que, a decir del experto, en el tema de prevención de fraudes, no todos los establecimientos implementan plataformas que permitan integrar los silos de información de las diferentes fuentes, es decir que sean capaces de vincular los datos provenientes de las tarjetas de crédito, débito, etc. y generar modelos analíticos para una toma de decisiones más asertiva. Algunos comercios analizan esto silos por separado lo cual aumenta la probabilidad de ser víctima de fraude.
Adicionalmente, es necesario que tanto los retailers como las instituciones financieras adopten herramientas como el monitoreo transaccional en tiempo real y el análisis híbrido. El primero permite revisar el historial, tipo de transacciones, montos, lugares, etc. en milisegundos y realizar un score para validar si la transacción no tiene riesgo.
Por otra, parte el análisis hibrido, enriquece la información de la transacción, ya que toma diferentes valores de los silos de datos para desarrollar patrones de comportamiento, con base en factores como: el tipo de cuentas y tarjetas que tiene una persona, desde dónde accede a su banca electrónica (app o pc), en qué momento hace consultas, etc. para determinar cualquier anomalía en las transacciones e incluso evitar robos de identidad.
“Para hacer frente a la nueva generación de defraudadores, es imprescindible contar con modelos tecnológicos que aprendan de lo que ha pasado, es decir que se entrenen y con base en los datos actuales puedan detectar de manera certera un fraude o robo de identidad. Además, de que tengan la capacidad de generar estrategias flexibles y personalizadas para cada tipo de cliente o cuentahabiente”, puntualiza Yuri.
En este sentido, la modernización de los sistemas y softwares de prevención de fraude para las compañías de retail e instituciones bancarias serán clave para hacer frente a la delincuencia organizada. Pero también será importante que estas herramientas permitan generar una buena experiencia para el usuario final, es decir que puedan disminuir los falsos positivos y detecten de manera certera los intentos de fraude en el momento en el que se llevan a cabo para detenerlos.