Son diversos los cambios que a nivel social y económico ha traído consigo la pandemia del COVID-19. Situación que obliga a las empresas a tomar las acciones necesarias para minimizar el impacto en su negocio, protegiendo uno de los activos más importantes, es decir la información.
No es posible olvidar que la información y la tecnología van de la mano, ya que es a través de servidores, computadoras personales, portátiles, tabletas y teléfonos móviles como se administra y tenemos acceso a ella. Por tal motivo, se vuelve relevante el valorar el riesgo que implica la pérdida de datos, sobre todo en aquellas organizaciones que a diario procesan grandes cantidades de información, donde el contar con un plan para la recuperación de desastres hoy en día se ha vuelto esencial.
Para dimensionar las consecuencias que puede ocasionar la pérdida de información basta revisar los datos que arroja un estudio elaborado por el Boston Computing Network, donde se destaca que:
- 6% de todas las PC sufrirán un episodio de pérdida de datos en algún año determinado.
- 31% de los usuarios de PC han perdido todos sus archivos debido a eventos fuera de su control.
- 34% de las empresas no prueban sus copias de seguridad en cinta, y de las que lo hacen 77% han encontrado fallas en la misma.
- 60% de las empresas que pierden sus datos cerrarán dentro de los 6 meses posteriores al desastre.
- 93% de las empresas que perdieron su centro de datos durante 10 días o más, se declararon en quiebra durante el año posterior al desastre.
- 50% de las empresas que se encontraron sin administración de datos durante este mismo período se declararon en bancarrota de inmediato. (Administración Nacional de Archivos y Registros en Washington)
- Las empresas que no pueden reanudar las operaciones dentro de los diez días después de un desastre probablemente no sobrevivan. (Instituto de Investigación Estratégica)
El servicio de recuperación de desastres (DRaaS) hace uso de la nube para almacenar el entorno informático crítico, de forma virtual y en estado latente, a la espera de ser puesto en marcha en caso de que ocurra alguna contingencia provocada por desastres naturales o humanos.
Según el informe, Enterprise Cloud Index 2019, 37% de las cargas de trabajo empresariales se ejecutan en algún tipo de nube para aplicaciones tales como: virtualización; gestión de la relación con el cliente (CRM); sistema de planificación de recursos empresariales (ERP); análisis de datos e inteligencia de negocios (BI); bases de datos; desarrollo y pruebas; copia de seguridad y recuperación de datos.
Es importante destacar que un servicio DRaaS puede ponerse en marcha en los conjuntos más complejos, sin importar si se cuenta con nubes nativas o híbridas, y garantizar la continuidad del negocio en caso de pérdida o falla no solo de datos, sino también de los sistemas críticos.
Si bien la pérdida de datos puede tener un efecto debilitante en un negocio, una buena continuidad y planificación de recuperación pueden garantizar que una falla muy severa se convierta en una interrupción mínima gracias una recuperación completa a través de la nube.
Son diversas las soluciones para la recuperación de datos, para elegir la más idónea se debe tomar en cuenta diversos aspectos, como el poder implementar en minutos y simplificar todo el ciclo de vida de las operaciones de respaldo de datos, incluyendo administración, escala y solución de problemas continuos.
También deberá ofrecer la posibilidad de combinar un almacenaje altamente eficiente ayudando a las empresas a contar con una protección integral de datos para sus cargas de trabajo (virtuales, físicas y en la nube), y satisfacer demandas cada vez mayores de actividad y productividad en los negocios.
A su vez se debe considerar un posible daño a la imagen de la marca o negocio, atribuido a una falla en el servicio o por la pérdida de datos. Los clientes recordarán cualquier interrupción a mediano y largo plazo, por lo que se debe hacer todo lo posible por no complicar la relación que se mantiene con ellos.
Actualmente, el error humano es una de las principales causas de pérdida de datos. Nadie está exento de cometer alguna falla, ya sea por incumplimiento de las políticas establecidas por la empresa, debido a un descuido, o la falta de experiencia.
La recuperación ante desastres le brinda a una organización una capa adicional de protección, además de la posibilidad de monitorear, mantener y proteger sus datos de manera remota, minimizar el error humano y reducir las posibilidades de pérdida de datos.
Más allá del quebranto que puede implicar la pérdida de ingresos por la interrupción del servicio, también se debe tomar en cuenta el costo que ocasiona la perdida de productividad del personal cuando se ven imposibilitados de accesar su lugar de trabajo.
Es crítico que el plan de recuperación de desastres contemple de forma integral habilitar el trabajo de remoto de sus empleados de oficina en caso de una contingencia. Por ejemplo, la que se vive actualmente a causa de la pandemia por el Covid-19.
La manera más eficiente y segura para abordar este reto es a través de las soluciones de DaaS (Desktop as a Service) o VDI (Virtual desktop Infrastructure), las cuales tiene la capacidad de habiltar manera intantanea la capacidad de que los empleados continúen trabajando desde su casa sin poner en riesgo la seguridad de los datos de la organización.
En resumen, la pérdida de datos puede paralizar la operación de una compañía, ya que se corre el riesgo de afectar desde sus aplicaciones, flujos de trabajo, cuentas, o hasta las ventas Las causas son diversas ya sea por una falla en el software o hardware, o inclusive debido a un error por parte del usuario. De ahí la importancia de tener a la mano los servicios de recuperación de desastres (DRaaS), para que en el momento en que se detecte cualquier pérdida de información pueda ser reemplazada con las copias de seguridad.
Por: Fernando Zambrana, Country Manager de Nutanix México.