Seamos puntuales, desde un Siri, dime el estado del clima o Alexa pon mi canción favorita, hay más que facilitarnos la vida; hablamos de personas, con gustos, comportamientos y acciones únicas. Su uso revoluciona la manera en que autenticamos las identidades y nos da acceso a servicios de manera más fácil, más rápida y de un modo más seguro.
El sector de la salud es una de las industrias que maneja mayor cantidad de data sensible: nuestro tipo de sangre, tipo de medicamentos que consumimos, si sufrimos alergias o no, nuestras enfermedades; detalles personales y más valiosos para los cibercriminales que una tarjeta de crédito.
En la llamada Dark Web, un historial médico completo vale hasta 1,000 dólares; mientras que los datos de una tarjeta de crédito se cotizan de ocho a 22 dólares.
La criticidad de la data que manejan y su valor han llevado a un aumento significativo de ataques en su contra. De acuerdo con informe de seguridad reciente esté representa el blanco más alto (41%) contra otras industrias como la de educación, la de finanzas y los servicios profesionales.
El historial médico trae información muy sensible sobre las personas, el estado de la salud de alguien puede ser fácilmente utilizado para chantajear a alguien, cometer fraudes a las aseguradoras con falsos reclamos o dañar de diferentes maneras la vida y la privacidad de las personas. De ahí, la urgencia de revolucionar los métodos de protección, valiéndonos de IA, blockchain y biometría.
Biometría saludable, reduce los fraudes
Con los sistemas informáticos, más dispositivos (Internet de las Cosas, IoT), interconectados en las instituciones de salud, más accesibles están los datos y más urgente es minimizar los riesgos de un ataque; mejorar el control de identidad y accesos privilegiados de los usuarios de los sistemas a través de la biometría permitiría incrementar la seguridad de pacientes y empleados.
La autenticación y verificación a través del reconocimiento facial, huella digital, voz o iris en pacientes y en el personal médico y administrativo reduce, por ejemplo, las posibilidades de que alguien aparente ser otra persona y recibir un tratamiento médico o medicamentos de manera fraudulenta, ya que replicar una huella digital es prácticamente imposible. De igual manera, con la biometría el personal de un hospital tiene ingreso controlado a zonas restringidas y los médicos tienen acceso a un historial médico verificado, lo que les permitirá dar un tratamiento más asertivo.
No se trata de una película de ciencia ficción, ya que se está trabajando en la integración de sistemas biométricos ‘Know Your Customer’ (KYC, Conoce a tus Clientes) a través de video. Las políticas de KYC surgieron como una medida precautoria contra el lavado de dinero destinado al terrorismo u otras operaciones de riesgo, luego de los atentados del 11 de septiembre del 2001 en Nueva York, Estados Unidos. Esos lineamientos fueron evolucionando de la identificación del cliente y las transacciones a un proceso más complejo de verificación que implicaba una reunión cara a cara con el cliente o una llamada telefónica.
Gracias a los avances tecnológicos, la identificación por video streaming o videoconferencia añade más sistemas de verificación de la identidad, el cliente debe contestar algunas preguntas personales, mover el rostro y una tecnología biométrica e IA analiza los rasgos faciales; los verifica con la base de datos. De ese modo, se garantiza que la persona está físicamente ahí; un modelo de doble autenticación en tiempo real. Este año, el banco central de la India RBI permitió a sus clientes abrir una cuenta bancaria utilizando video KYC y biometría.
Blockchain, a favor de la identidad médica
No es una sorpresa incluir a la tecnología blockchain para reforzar los niveles de seguridad de la industria de la salud. En los sistemas blockchain, una vez que un bloque de data fue añadido a la cadena no se puede modificar. A ello, debemos añadir que cada bloque de información posee un nivel de codificación alto, es certificado, validado y registrado de manera independiente; no centralizada.
Nació con las monedas virtuales, Bitcoin, y su uso se ha popularizado en los sistemas financieros para garantizar las transacciones en línea. Sin embargo, resulta muy útil también para crear un sistema interoperable que permita recolectar y distribuir de manera segura la data de salud pública.
Los médicos tendrán acceso a la información médica de los pacientes, podrán colaborar con sus colegas, recibir los resultados de estudios y los pacientes tendrían garantía sobre la privacidad y confidencialidad de sus datos. Un reporte de McKinsey estima que más de 300 mil millones de dólares por año podrían recuperarse con el uso de blockchain en la industria médica.
IA impulsa y simplifica la seguridad hospitalaria
Conforme los ciberataques crecen en número y severidad contra el sector de la salud, la Inteligencia Artificial (IA) resulta un gran aliado para detectar vulnerabilidades y responder a las violaciones de seguridad más rápidamente y con mayor precisión.
Entre los usos de IA, esta tecnología puede identificar signos tempranos de sepsis en el paciente; facilitar las tareas administrativas o convertirse en un mecanismo de seguridad para proteger la información de los sistemas de salud. Combinada con biometría, la IA garantiza que esa persona es quien dice ser; ya que ofrece un procesamiento de datos masivos en segundos y reduce los errores humanos, logrando un sistema de verificación más robusto y eficaz contra los ciberdelincuentes.
Cada una de estas tecnologías transformará la industria de la salud, ya que al reducir o eliminar la posibilidad de que otras personas intenten hacerse pasar por otros pacientes o la confidencialidad de la información médica dará surgimiento a la innovación, mejorarán los servicios de salud, los tratamientos y más.
Por: Miguel Ángel Espinosa Rescala, CEO de DICIO.