Las inversiones globales de las empresas en ingeniería, investigación y desarrollo (I2+D) aumentarán considerablemente durante los próximos cinco años, elevándose a dos dígitos con una tasa de crecimiento anual compuesto del 10% hasta el 2026, a pesar de las condiciones económicas inciertas de la actualidad, reveló la investigación de Bain & Company.
Un ritmo acelerado de inversión en ingeniería digital, a la par que las empresas aceleran el gasto en digitalización, será fundamental para la creciente proyección de las inversiones. Se prevé que las inversiones registrarán una tasa de crecimiento anual compuesto del 19% de 2022 a 2026, casi el doble de la tasa de crecimiento de la inversión general para el gasto en Investigación y Desarrollo (I+D), según muestra la encuesta de Bain a más de 500 altos ejecutivos en todo el mundo.
Bain & Company encontró en su último informe “Global Engineering and R&D”, que la mayoría de los ejecutivos encuestados planean aumentar el gasto en I2+D a pesar de las actuales turbulencias económicas. Las industrias que aún planean aumentar dicho gasto incluyen la automotriz, aeroespacial y defensa, los dispositivos médicos, manufactura avanzada y servicios, energía y recursos naturales y telecomunicaciones.
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“Las empresas ven a la I2+D como una capacidad estratégica que determinará su éxito futuro y dará forma a nuevos modelos de negocios. Las inversiones en esta área no solo mejorarán los productos, sino que también reinventarán y cambiarán los negocios”, comentó Daniel Suter, socio de Bain & Company en Zúrich.
I2+D se define como el conjunto de actividades destinadas al desarrollo de nuevos productos y servicios, así como mejorar los ya existentes. Mientras que la ingeniería digital se refiere al desarrollo de productos y servicios, conectados y habilitados digitalmente utilizando tecnologías como la inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automatizado y la nube.
A medida que aumenta el gasto, los equipos de liderazgo están redoblando sus esfuerzos para lograr un rendimiento sólido, lo cual se vuelve más desafiante en una recesión.
Por ejemplo, durante recesiones pasadas, como la crisis financiera mundial de 2008-2009, el gasto en I+D fue más constante que el crecimiento del PIB. Según el reporte de Bain, entre 2014 y 2021, el gasto global en I+D creció casi cuatro veces más rápido que el PIB, posiblemente porque los trabajos de I+D abarcan rangos de tiempo más largos y, por lo tanto, tienden a agotarse y solicitar mayor inversión.
Cerrando la brecha de talento
El informe de Bain mostró que el 73% de las empresas de I2+D informan de la falta de talento, y la brecha se ampliará a medida que los babyboomers se jubilen más rápido que los nuevos graduados, y los ingenieros de mitad de carrera hagan la transición a roles que no son de su área. A nivel mundial, el porcentaje de ingenieros que renuncian a sus trabajos en empresas de ingeniería ha aumentado entre el 16 % y el 17 %, casi 2 puntos porcentuales más que hace tres años.
La escasez de talento en ingeniería está afectando a todas las geografías y es probable que continúe durante la próxima década. Las empresas líderes se han dado cuenta que el mercado laboral es pequeño. Por esta razón, es trascendental mejorar el atractivo de los puestos, así como explorar el mercado en busca de nuevas fuentes de talento.
Ingeniería, Investigación y Desarrollo digital: clave para crear valor
Históricamente, las empresas han visto a la ingeniería, investigación y desarrollo como una función central para hacer que los productos sean mejores y más baratos. Hoy en día, un grupo emergente de líderes está adicionando a esta ecuación, las nuevas tecnologías con el fin de innovar y reinventar sus modelos de negocio. Es por esto que vemos la tendencia de soluciones basadas en resultados que permiten a los clientes pagar en función de los resultados obtenidos, por ejemplo, tiempo de actividad de una máquina.
Casi las tres cuartas partes de los directores de tecnología encuestados por Bain dijeron que acortar el tiempo de comercialización es una prioridad principal para los departamentos de ingeniería, mientras que el 70% comenta que incorporar tecnologías novedosas en productos y servicios es una prioridad clave.
En camino hacia un cambio estratégico, el 60% de las empresas planean aumentar la subcontratación de I2+D en los próximos tres años, según la encuesta de Bain. Históricamente, las grandes empresas han subcontratado alrededor del 18 % del trabajo de I+D por valor. Ese nivel es mucho más bajo que el del sector de servicios de TI, que pasó por una transformación similar en la década de 2000 y ahora externaliza el 46% de las actividades.
Además de acelerar la innovación, la subcontratación y la deslocalización, también ayudará a contrarrestar la escasez crónica de talento y la creciente presión de los costos. Más del 80% de los altos ejecutivos encuestados informaron de importantes brechas en áreas que requieren experiencia digital y en otras áreas cruciales como la ingeniería de sistemas.
La subcontratación de I+D está creciendo en todas las áreas de especialización y el tipo de trabajo subcontratado está cambiando. Las empresas también buscan nuevas capacidades de los proveedores de servicios y varía según la industria. La investigación mostró que los sectores más propensos a aumentar la subcontratación en los próximos tres años son la manufactura, la automatización, los dispositivos médicos, energía y la industria aeroespacial y de defensa.
Finalmente, los tipos de proyectos están cambiando. Históricamente, las grandes organizaciones de investigación han subcontratado principalmente actividades como pruebas, validación y cumplimiento, manteniendo los sistemas y productos centrales internamente. Ahora, las mismas empresas están subcontratando una gama más amplia de actividades, como el diseño integral de productos o el desarrollo de componentes clave como los motores de combustión, tradicionalmente una capacidad vital del sector automotriz.