Kingston anunció la disponibilidad de una nueva SSD para el centro de datos: la unidad de arranque NVMe DC1000B M.2. La nueva unidad fue diseñada para los servidores con una o dos ranuras NVMe M.2 dedicadas al arranque, con lo cual se conservan las bahías de carga frontal de 2.5″ para almacenamiento adicional de datos.
La DC1000B está diseñada en un formato 2280 que incluye protección en caso de pérdida de energía integrada en la tarjeta y resistencia 0.5DWPD para una mayor durabilidad.
La unidad DC1000B de Kingston ofrece un mejor rendimiento con velocidades de hasta 3.2GB/s y 205,000 IOPS y está diseñada para el arranque, así como para aplicaciones de caché e inicio de sesión.
“Aunque el formato M.2 se desarrolló originalmente para máquinas cliente, su tamaño físico pequeño y su alto rendimiento lo hacen ideal para uso en servidores”, dijo Keith Schimmenti, gerente del negocio de unidades SSD empresariales en Kingston. “La DC1000B está diseñada específicamente para los nuevos servidores tanto de armadores como de OEM Nivel 1 que utilizan unidades SSD NVMe M.2 para propósitos de arranque, además de la capacidad de configurarse como unidad de caché local”.
DC1000B es una unidad SSD NVMe M.2 (2280) de alto rendimiento que utiliza la interfaz PCIe Gen 3.0 x 4 más reciente con NAND TLC 3D.
La unidad DC1000B ofrece a los centros de datos una solución de arranque económica diseñada para uso en servidores. Ideal para utilizarse como una unidad de arranque interna en los servidores montables en rack de alto volumen y en los sistemas de propósitos específicos que necesitan una unidad SSD M.2 de alto rendimiento con protección en caso de pérdida de energía (PLP) integrada en la tarjeta. DC1000B está diseñada para brindar rendimiento de nivel empresarial, así como las funciones de baja latencia que por lo general no se encuentran en las unidades SSD cliente.
DC1000B está disponible en capacidades de 240GB y 480GB y cuenta con cinco años de garantía limitada, y soporte técnico gratuito.