Las tecnologías nativas de la nube están jugando un papel decisivo en la capacidad de los equipos de TI para innovar a gran velocidad acorde a las demandas de los clientes. México, acorde a información de Global Data, es el cuarto lugar en adopción de tecnologías en la nube a nivel continental, sólo detrás de Brasil, Estados Unidos y Canadá. A pesar de esto, las empresas se han dado cuenta también del reto que implica pasar de aplicaciones heredadas a estos nuevos entornos basados en la nube o entornos híbridos. Muchos líderes empresariales y de TI han entendido que la migración a la nube no es inmediata: lleva tiempo y planificación, su costo es elevado y puede ser realmente complicado.
Por lo que, para la gran mayoría de los departamentos de TI, los próximos años se caracterizarán por combinar aplicaciones e infraestructuras híbridas y será fundamental ver más allá del hype que rodea a las tecnologías nativas de la nube y reconocer la importancia crítica de gestionar y optimizar entornos híbridos en nuestra organización.
El futuro se centrará en un entorno híbrido, así como lo señala IDC, donde se espera que en Latinoamérica la inversión de las empresas en infraestructura híbrida y la nube se equiparen para 2026.
Las instalaciones “on-premises” seguirán desempeñando un papel vital para muchas empresas
Gracias a los beneficios de la nube (trabajo remoto, servicios ininterrumpidos, acceso rápido a la información etc.) muchas empresas están mudando su infraestructura en sitio, aunque esto también nos ha mostrado la otra cara de la moneda y lo que implica este cambio: una tarea sumamente desafiante, especialmente con las aplicaciones más complejas, lo que ha causado una lenta implementación de estas tecnologías. Aunado a esto, la situación económica actual ha retrasado aún más este proceso de migración, ya que los costes asociados siguen subiendo, lo que ha llevado a tener mayor cuidado sobre cómo y qué están trasladando a la nube los departamentos de TI.
Pero independientemente de la complejidad y el coste, también hay razones fundamentales por las que muchas organizaciones seguirán manteniendo algunas aplicaciones on-premises, y eso es el control. Con los entornos locales, los responsables de TI tienen control y una visibilidad total de sus aplicaciones e infraestructuras críticas. Pueden ver dónde residen sus datos en todo momento y pueden gestionar sus propias actualizaciones.
Por otro lado, hay que toman en cuenta que existes sectores como los servicios financieros, la salud y la industria farmacéutica, que tienen muy limitado lo que pueden migrar a la nube debido a la privacidad y la seguridad de los datos. Los bancos y las aseguradoras, por ejemplo, tienen que cumplir una normativa bastante rígida sobre la protección de datos, que garantiza que la información de los usuarios resida dentro de las fronteras nacionales. Y en algunas partes del sector público, pueden ser aún más estrictas, obligando a resguardar los datos en entornos sin acceso a internet, lo que imposibilita la migración a la nube de estos casos específicos.
Sólo por esta razón, las infraestructuras on-premise seguirán desempeñando un papel importante para un gran número de organizaciones, en particular para las marcas más grandes y de más alto perfil de estos sectores.
Los equipos de TI necesitan las herramientas adecuadas para optimizar el rendimiento en entornos híbridos
Sin embargo, la piedra en el zapato para la mayor parte de los tecnólogos sigue siendo tema de la visibilidad dentro de la pila de aplicaciones, ya que, al no contar con herramientas necesarias enfocadas en estos entornos, prever y resolver intermitencias en los servicios es casi imposible, por lo que las fallas y las interrupciones pueden ser percibidas por los usuarios finales lo que sería un error inaceptable según los estándares actuales.
Los equipos de TI tienen que ser capaces de gestionar y optimizar la disponibilidad y el rendimiento a través de ambos entornos nativos de la nube y en los servidores locales. Esta es la razón por la que un número creciente de departamentos de TI han adoptado OpenTelemetry como una forma de obtener una visibilidad detallada en entornos altamente fragmentados y dinámicos.
“Las tecnologías de la nube seguirán acaparando la atención y el hype durante los próximos años. Sin embargo, sólo los mejores equipos de TI serán capaces de reconocer que no pueden bajar la guardia en lo referente a sus servidores on-premises. Especialmente porque seguirán siendo necesarios para optimizar la disponibilidad y el rendimiento de las aplicaciones heredadas, sin importar si son puramente locales o si se ejecutan en entornos híbridos. Esto será vital para muchas organizaciones ya que es así cómo funcionarán sus aplicaciones más importantes durante los años por venir,” comentó Erwin Romero Flores, director regional de México y región andina de Cisco AppDynamics.