El sector financiero tradicional debe considerar la transformación digital, así como cambios en mentalidad, enfoque estratégico y despliegue de plataformas tecnológicas para mejorar sus servicios, mantenerse a la vanguardia y seguir siendo competitivos. Mambu nos comparte cómo la banca deberá impulsar los servicios omnipresentes y las experiencias del cliente personalizadas apoyadas en Inteligencia Artificial (IA) para poder ser parte de la banca del futuro.
El mundo digital genera grandes oportunidades para que los bancos lleguen a nuevos mercados y construyan experiencias únicas para captar y mantener a sus clientes. La banca por componentes, junto con la inteligencia artificial y la analítica de datos, serán la clave para que las entidades del sector entren a este nuevo mundo de la banca omnipresente y flexible, donde las plataformas invisibles e hiperinteligentes mejoran la vida financiera de los clientes al predecir, personalizar y hacer que los servicios financieros sean parte de sus interacciones diarias.
“Las tecnologías de nueva generación basadas en la nube hacen que la innovación en los servicios financieros sea más accesible, intuitiva y ligera en recursos, lo que permite a los bancos llevar a sus marcas y servicios a un nuevo nivel, volviéndose incluso más competitivos y verdaderamente centrados en las necesidades del cliente. Las nuevas regulaciones abrieron la puerta a tecnologías y socios de diversos sectores que pueden ayudar a la banca a desarrollar propuestas de valor más ricas y con mayor captación de nuevas personas, así como a impulsar el valor del ciclo de vida de sus clientes”, comenta Juan Pablo Jiménez, vicepresidente regional para América Latina en Mambu.
Componentes claves del banco del futuro:
En la actualidad, el sector financiero ya hace uso de IA y se prevé que puede generar un valor agregado hasta de un USD $1 trillón anual, según McKinsey & Company. Esta tecnología ha dado la capacidad de analizar grandes cantidades de datos para detectar patrones significativos que están transformando la industria. Para convertirse en un ‘banco del futuro’, las instituciones más tradicionales tendrán que adaptarse a nuevas tecnologías, estrategias, tendencias y deberán brindar experiencias financieras altamente personalizadas y servicios omnipresentes. Estos son los tres componentes claves que deben tener el ‘banco del futuro:
- Estrategia centrada en las personas: la innovación siempre debe comenzar por el cliente. La perspectiva de los bancos del futuro busca cambiar el enfoque: desde los productos a las necesidades de los usuarios. Esto implica diseñar servicios desde cero que reconozcan la existencia de diferentes condiciones y limitantes financieros para las personas, tanto dentro como fuera de los servicios bancarios tradicionales.
- Aplicaciones de IA basados en valor: la maquinaria, las actividades diarias y las funciones de soporte cotidianas del ‘banco del futuro’ deben estar equipadas para permitir el mejor customer journey (viaje del cliente en español) en su categoría, soportados por IA. Ciertas áreas, como la de riesgo, cumplimiento y operaciones, utilizan los datos de forma inteligente para añadir valor al cliente a través de la automatización, aceleración o eliminación de procesos y actividades innecesarias. Accenture estima que entre el 7% y 10% de las tareas de los servicios financieros se podrían automatizar para 2025.
- Arquitectura flexible: la arquitectura por componentes brinda una gran flexibilidad que libera a los bancos de las ataduras, de dependencias del proveedor y de la tecnología estática. Como resultado, permite que los componentes sean piezas reubicables que funcionan instantáneamente, permitiendo responder eficientemente a las necesidades de los clientes, dinámicas del mercado y tendencias tecnológicas en constante evolución.
“Construir el banco del futuro será un proceso gradual e iterativo que buscará cada vez más apoyo de la IA. Un camino que requerirá de decisiones audaces en los modelos comerciales, tecnológicos y operativos, además de metas que sigan moldeándose y redefiniéndose con el paso del tiempo”, concluye Juan Pablo Jiménez, vicepresidente regional para América Latina en Mambu.