En los últimos años hemos logrado avances importantes en la transformación digital de diferentes industrias, y los beneficios del desarrollo e implementación de nuevas tecnologías son cada vez más tangibles para las empresas. Con frecuencia nos enteramos de nuevos e impresionantes logros, pero es importante que nos preguntemos, ¿Cómo hacemos que este desarrollo sea sostenible a largo plazo? Sin duda, la clave está en el aprovechamiento y análisis de los datos.
Capitalizar los datos que existen hoy puede sonar fácil, pero cada día, millones de dispositivos como nuestros teléfonos y computadoras personales, generan aproximadamente 2.5 billones de bytes de información y de acuerdo con pronósticos recientes de IDC, para 2025 existirán en el mundo 175 zettabytes de información.
175 zettabytes: esta cifra equivale a más de 100 billones de gigabytes, o para ponerlo en término más fáciles de visualizar, aproximadamente 6,500 millones de años de contenido en HD. Si consideramos que sólo el 1% de los datos que se generan hoy son procesados, ya sea por ejemplo mediante modelos de IA o Big Data, podemos entender la magnitud del reto que representa para las empresas el aprovecharlos de forma rentable mediante el análisis avanzado de datos.
No obstante, es indiscutible el beneficio que trae para todo tipo de organizaciones el realizar análisis de datos en tiempo real. Por ejemplo, para las organizaciones de servicios financieros, permite la detección de fraudes con tarjetas de crédito o las operaciones financieras de baja latencia. En el comercio minorista en línea, puede acelerar la toma de decisiones para ajustar las estrategias de la cadena de suministro cuando hay una gran demanda de ciertos productos y al mismo tiempo generar de inmediato nuevas recomendaciones a los clientes para crear y orientar su experiencia de compra.
En estos escenarios, la analítica en tiempo real permite que las organizaciones ofrezcan una mejor experiencia de usuario en tiempo real, al tiempo que logran un mayor rendimiento de sus inversiones. Aun cuando estas aplicaciones de análisis en tiempo real serían posibles sin la memoria persistente, sería costoso mantener el mismo nivel de rendimiento y latencia.
¿Cómo comenzar entonces a aprovechar y maximizar esta tendencia desde nuestra infraestructura tecnológica actual? En el mundo de las PC, la memoria persistente puede cerrar esta brecha y brindar facilidad de acceso a la información almacenada, a la analítica de datos y a ofrecer un nuevo nivel para los datos que se usan con más frecuencia entre la memoria DRAM y las unidades SSD. Esto permite que una empresa desarrolle aplicaciones de memoria y almacenamiento en dos niveles. Si bien esto no es un concepto nuevo, esta forma de organizar la memoria persistente con capacidad combinada reduce los tiempos de espera y permite un uso eficiente de los recursos informáticos.
Sobre su arquitectura
La forma más fácil de adoptar la memoria persistente es utilizarla en el modo “memoria” para lograr una mayor capacidad de forma accesible, con rendimiento cercano al de los dispositivos DRAM. Bajo este modo, el controlador de memoria del CPU ve toda la capacidad sin persistencia mientras utiliza la memoria DRAM como caché.
Muchos proveedores de software o dispositivos de bases de datos han habilitado nuevas versiones que utilizan todas las capacidades, desde la colocación de datos hasta la persistencia en la memoria, y en el mercado han surgido nuevos productos de software realmente revolucionarios, que aportan valor al eliminar la necesidad de modificar aplicaciones individuales.
Para una personalización completa, los desarrolladores de software tienen la opción de utilizar la norma industrial del modelo de lenguaje de programación de la memoria no volátil, con la ayuda de bibliotecas de programación de código abierto, como PMDK.
La situación actual no tiene precedentes. Hoy más que nunca es fundamental obtener la capacidad de analizar datos en tiempo real. Gracias a la memoria persistente, empresas de todos los tamaños pueden optimizar su toma de decisiones estratégicas y mejorar la experiencia y satisfacción de sus clientes. Más importante aún, nos está ayudando a moldear el futuro, habilitando el potencial creativo de las personas para que den vida a las grandes ideas del mañana.
Por: Sócrates Huesca, ingeniero de soluciones para Intel México.