La pandemia por COVID-19 y la necesidad de provisión de servicios financieros han potenciado aún más la tendencia hacia los pagos digitales y han resaltado la importancia de contar con transacciones prácticas y seguras tanto para los negocios como para los consumidores. Dada la aceleración tecnológica global, el sector de pagos internacionales también está experimentando grandes cambios y transformaciones.
En los últimos años, hemos podido atestiguar de qué forma han evolucionado el ecosistema financiero y creo que para ir un paso adelante de las expectativas de los usuarios es necesario seguir innovando.
América Latina y el Caribe se encuentran en un proceso de evolución digital en varios aspectos del negocio. Las entidades financieras están aprovechando el uso de nuevas tecnologías como las APIs o inteligencia artificial y adoptando estándares internacionales que facilitan la interconectividad transfronteriza, para no quedarse atrás.
Para lograr formar parte de la revolución tecnológica de los sistemas de pagos, existen diversos factores que se deben tomar en cuenta.
- La implementación de la tecnología en los pagos internacionales no sería posible sin el conocimiento de las tendencias clave que brindan valor a la comunidad. En el sector de pagos internacionales, la interoperabilidad entre las entidades financieras y otros participantes es esencial para minimizar fricciones, optimizar la velocidad y proporcionar transparencia y predictibilidad en el intercambio de valor de una cuenta bancaria a otra, en cualquier parte del mundo.
- La colaboración es fundamental. Trabajar de cerca con las diversas entidades financieras es indispensable para mover valor de manera confiable y segura, desde un enfoque operativo. Una de las herramientas tecnológicas que están usando las instituciones financieras para colaborar entre sí son las APIs, que son un conjunto de instrucciones que se comparten para facilitar la integración de aplicaciones en programas informáticos y, por lo tanto, la utilización de sus servicios.
Las entidades más avanzadas saben que trabajar con una infraestructura API de última generación facilita la colaboración al permitir que haya una interacción más rápida y transparente entre los clientes. Sin embargo, el reto en este momento se encuentra en implementar estas tecnologías de forma coherente para evitar la fragmentación de la industria y ofrecer un verdadero valor agregado a los clientes.
- Fomentar la adopción de herramientas, estándares e instrumentos de pago innovadores siempre dentro de las normativas de los diferentes países donde se llevan a cabo las transacciones. El sector de pagos internacionales debe ser capaz de crear las condiciones adecuadas para que los clientes puedan beneficiarse de un sistema de pagos sano y confiable, considerando siempre los elementos de control y riesgos para garantizar la seguridad.
Un ejemplo de esto es el estándar ISO 20022, que ya es empleado por diversos sistemas de pago en más de 70 países por sus numerosas ventajas. Al estandarizar el manejo de datos se garantiza que las transacciones se procesen de manera segura y eficiente. Además, su capacidad de definir el contenido y el significado de los mensajes financieros permite que las instituciones trabajen de forma automatizada, reduciendo los costos y minimizando riesgos. En los próximos años, ISO 20022 será la norma de facto para los sistemas de pago instantáneos y de alto valor de todas las principales divisas, apoyando al 80% de los volúmenes mundiales y el 87% del valor de las transacciones en todo el mundo.
El sector de pagos internacionales se encuentra en un periodo de alto dinamismo y la forma en que se adopten las herramientas tecnológicas marcará una gran diferencia entre las entidades más avanzadas y las que queden rezagadas.
Como industria debemos potenciar la agilidad, con pagos más rápidos y eficientes, y la transparencia, mediante la trazabilidad de movimientos y transferencias de valores.
Para llegar a esto, las entidades financieras deben tener en mente la importancia del constante análisis de tendencias, la colaboración y coordinación local e internacional y una rápida adopción de herramientas y estándares de primer nivel.
Sin lugar a dudas, el ecosistema financiero está evolucionando y todos los que participamos en él debemos hacerlo también.
Por: Ignacio Blanco, Director Ejecutivo de América Latina y el Caribe de SWIFT.