En la actualidad, las industrias relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés) han crecido significativamente y parte de este aumento es resultado de que cada vez se cuenta con más talento femenino dentro de sus filas.
El acceso de las mujeres a la educación ha aumentado en las últimas décadas, sin embargo, hay áreas dominadas por profesionales masculinos, como el sector científico, en las que cualquier avance es importante. Solo en México, 38% de la matrícula de carreras STEM está compuesta por mujeres, según la UNESCO.
De hecho, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) informa que, en las últimas cuatro décadas, la representación de las mujeres en las universidades casi se ha duplicado. Las mujeres pasaron de ser solo 27% del estudiantado en 1977 hasta alcanzar 52% en 2020. Además del avance en la matrícula, el porcentaje de mujeres que terminan su carrera en el área STEM es mayor que entre los varones, por lo que ellas conforman una proporción todavía mayor de la población con estudios superiores.
Uno de los factores que está promoviendo la transformación del sector educativo es precisamente la tecnología, al democratizar tanto la consulta de información como el acceso a diferentes modelos y recursos didácticos, ayudando no solo a reducir la brecha de desigualdad en el mundo, sino también la de género.
Dicha situación se agravó durante la pandemia, donde ante las medidas de aislamiento, los equipos electrónicos fueron fundamentales para habilitar el aprendizaje remoto. Tan solo durante el primer año de la emergencia sanitaria, las computadoras experimentaron el pico de ventas más alto en la última década, con el desplazamiento de más de 275 millones de dispositivos.
A lo largo de este periodo se reveló que 25.4% de los estudiantes en el país hicieron uso de una computadora para sus actividades escolares, mientras que solo 5.3% se valieron de una televisión digital para tomar clases a distancia. En contraste, datos globales señalan que la brecha entre hombres y mujeres persiste, al grado que el Banco Mundial calcula que, mientras que 62% de los usuarios varones se conecta a internet, la proporción es 5% inferior para la población femenina.
Este sesgo no afecta únicamente en lo educativo, también se refleja en la inserción a la economía, donde el último año se reportó que solo 45% de las mexicanas cuentan con un trabajo formal. Ante un contexto económico en constate evolución, donde nos acercamos a una transformación laboral cada vez más orientada a lo digital, el desarrollo de habilidades relacionadas con ciencia, tecnología e innovación se vuelve crítico.
Si bien las STEM han sido tradicionalmente un campo dominado por los hombres, un ejemplo de liderazgo en la industria es Lisa Su, CEO de AMD desde 2014. En su gestión, las acciones de la compañía se elevaron de 3 a 94 dólares, además de establecer una nueva era de innovación en las soluciones de la empresa. Esto resulta particularmente relevante al considerar que solo 8.8% de los puestos de dirección general en las compañías de Fortune 500 son ocupados por mujeres.
Actualmente, el talento femenino representa solo el 28 % de las plantillas laborales del sector de tecnología a nivel mundial, sin embargo, es una situación que necesita cambiar radicalmente. Múltiples compañías dedican esfuerzos e iniciativas focalizadas para incentivar la integración del género femenino a sus equipos, desarrollando talento más incluyente e innovador.
Bajo esta óptica, la inclusión no solo implica beneficios para las mujeres, sino que incentiva la competitividad de las industrias al integrar una mayor diversidad de perspectivas para la innovación. Adicionalmente, se observa que las compañías cuyo capital humano está integrado por al menos 30% de mujeres, tienden a ser hasta 15% más rentables que las firmas predominantemente masculinas.
Con la convicción de que es posible construir un mundo más equitativo al inspirar a niñas en las STEM y aumentar la participación femenina en este tipo de carreras, las mujeres pueden revolucionar la tecnología con el mismo ritmo y energía que la transformación digital está cambiando el mundo. Aquí es donde las herramientas tecnológicas son consideradas como un aliado indispensable y fundamental para que las mujeres exploten su talento, accedan a nuevas oportunidades y aporten a la articulación de un ecosistema libre de prejuicios y estereotipos de género, llevando a la vanguardia una nueva era de innovación.
Por: Ximena Montengro, Retail Sales Manager para AMD México.