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Ya hace algún tiempo que hemos visto una tendencia creciente tanto oferta y demanda de servicios de seguridad en cloud, garantizando el acceso a las actualizaciones más importantes y también eliminando la necesidad de una infraestructura física dentro de la propia organización. Si embargo, con la evolución de las necesidades de las empresas por soluciones que se ajustan mejor a su modelo de negocios, una nueva tendencia que ha ganado cada vez más espacio es el modelo SASE.
SASE son las siglas de Security Access Service Edge y es una estructura de servicios de seguridad en nube que, más allá de permitir el acceso de los usuarios por medio de cualquier aplicativo, desde cualquier lugar – y que es una necesidad básica en los tiempos que vivimos – permite una personalización de acuerdo con las necesidades de los clientes.
A través de las nuevas tecnologías SASE los proveedores de ciberseguridad pueden ofrecer un servicio por suscripción disponible en la nube, pero con toda la flexibilización y personalización necesaria para los clientes, eliminando por completo la necesidad de una infraestructura in situ. Con eso, SASE resuelve uno de los desafíos de las empresas a la hora de adoptar servicios de seguridad en nube, a través de un modelo como servicio (as a Service) y que era la falta de flexibilización que se ajusta a las necesidades de la infraestructura de las empresas.
Los beneficios de este modelo son muchos. El principal de ellos es la seguridad de punta a punta. Desde el servidor hasta el usuario en extremo final, toda la infraestructura está protegida contra amenazas que se vuelven cada vez más plurales y diversificadas.
Esto también facilita la identificación y corrección de eventuales brechas específicas de la infraestructura, algo que no puede ser hecho en un servicio sin este grado de flexibilización.
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Pero, esta nueva realidad también trae una necesidad de adaptación, especialmente en la contratación y preparación de los profesionales de seguridad. Si antes estos profesionales veían las áreas para ser protegidas como silos separados unos de otros, este nuevo profesional necesita ahora ver a la empresa como un todo y conocer más sobre toda su infraestructura y por lo tanto debe haber una cooperación en dos direcciones.
Para que el profesional consiga tener esa visión amplia, es preciso que la empresa también vea al profesional de TI y seguridad como alguien que necesita estar integrado a su día a día, y no solo a ser llamado en momentos de crisis o de una forma reactiva. Al final, por más que las nuevas soluciones simplifiquen o vuelvan las defensas en una cooperación más eficiente, la responsabilidad de la seguridad de los datos es de todos los involucrados y nunca para de crecer.
Por: Adriano Gaudêncio, director de arquitecturas de Cisco Brasil y Ghassan Dreibi, director de Ciberseguridad de Cisco América Latina.