Las 4 principales tendencias en biometría para 2020

El potencial completo de la biometría aún no se ha desarrollado. Los sectores público y privado están impulsando su creciente uso. En nuestro mundo cada vez más conectado, la biometría se establece como uno de los habilitadores clave de su transformación digital. Hoy, el enfoque central de la industria biométrica es proteger nuestra identidad y mejorar la seguridad para todos nosotros. IDEMIA explora las cuatro principales tendencias biométricas para 2020.

El uso de identificación multi-biométrica agrega un mayor nivel de seguridad

Como la única forma de biometría que deja un rastro visible, nuestras huellas digitales fueron las primeras biometrías ampliamente utilizadas para la verificación de identidad. Hoy en día, también se usan comúnmente otros datos biométricos como la cara, el iris y el ADN. 2020 verá más y más soluciones que ofrecen identificación multi-biométrica. La combinación de diversos tipos de biometría mejora la seguridad y agrega un gran nivel de detalle.

Dependiendo de la naturaleza de la transacción o interacción, pueden ser necesarios diferentes niveles de seguridad. Ya podemos desbloquear nuestro teléfono inteligente con nuestra huella digital o nuestra cara, ya que esta es una acción comparablemente menos sensible. Por el contrario, los dispositivos biométricos móviles que utilizan huellas digitales y rostros se han desarrollado para las agencias de seguridad, lo que permite a los oficiales verificar la identidad de las personas mientras patrullan las calles.

La mayor exposición de la biometría requiere una tecnología de primer nivel para proteger los datos.

Hoy, los sectores público y privado enfrentan el desafío de lograr dos objetivos simultáneamente:
⦁ Servicios convenientes y mejorados en un mundo digital
⦁ Prevención del robo de identidad al usar estos servicios

La biometría es la forma más segura de verificar la identidad de un individuo. Con la asistencia de tecnologías avanzadas, la verificación de identidades con biometría es rápida y fácil. Sin embargo, debido a su mayor uso los datos biométricos están cada vez más expuestos.

Además de esto, la tendencia de almacenar datos en la nube incluye cada vez más incluso los datos más confidenciales. Desde nuevas empresas hasta grandes multinacionales, la computación en la nube ha revolucionado la forma en que muchas organizaciones almacenan e interactúan con los datos pues facilita su gestión, flujo e intercambio.

Podría decirse que los datos biométricos son uno de los tipos de datos más confidenciales que se pueden obtener. El 2020 tratará de desarrollar formas de proporcionar ciberseguridad extremadamente estricta para proteger los datos biométricos, en la nube o donde sea que se puedan almacenar, procesar o compartir.

Estas tres formas de proteger los datos asegurarán que podamos continuar beneficiándonos de servicios adecuados y seguridad al mismo tiempo:

  • Computación segura multipartita. Si bien la seguridad de los datos en reposo y en tránsito es bastante común, la parte más difícil es proteger los datos que se están procesando. Tradicionalmente, la parte procesadora tenía que poder «ver» los datos para poder trabajar con ellos. El riesgo relacionado con este método se reduce significativamente cuando el trabajo de procesamiento de datos se comparte entre diferentes partes. Significa que no hay un jugador central que procese todos los datos abiertos y vulnerables, sino varios contribuyentes. Solo al violar los datos procesados por cada jugador, los datos tendrán sentido para el autor malicioso. En 2020, veremos una aplicación mucho más amplia de esta metodología.
  • Computación verificable. Para la seguridad de los datos biométricos, esta es una tendencia muy interesante en el procesamiento de datos, que se desarrollará aún más en 2020. La computación verificable significa que una entidad central puede delegar la computación de datos a otra entidad potencialmente desconocida, no verificada previamente, mientras mantiene resultados verificables. En el mundo de la biometría, esto podría significar que podríamos hacer coincidir nuestros propios datos para verificar nuestra identidad, por ejemplo en nuestro teléfono inteligente (es decir, la entidad desconocida, no verificada), sin que nadie dude de la validez de la informática que hemos realizado. Esto significa que controlaremos nuestros datos biométricos en todo momento y que nunca abandonarían nuestro propio dispositivo.
  • Cifrado homomórfico. El cifrado homomórfico protege los datos tanto en reposo como en tránsito. Sin embargo, el Santo Grial que veremos en desarrollo en este año, es la aplicación de esta tecnología de cifrado también a los datos que se están procesando. El objetivo es simple: garantizar que el procesador de datos no pueda descifrar o incluso comprender el contenido que se está procesando. Es un método para realizar cálculos sobre información cifrada, sin descifrarla primero. En 2020, veremos un movimiento hacia la estandarización del cifrado homomórfico a nivel mundial. El estándar dará un impulso hacia el objetivo de usar datos biométricos cifrados mientras se computa. Con este último paso, se puede lograr la privacidad de datos de extremo a extremo, dado que en ningún momento los datos están expuestos sin protección.

Adopción generalizada de la tecnología de reconocimiento facial

Con altos niveles de rendimiento en términos de velocidad y precisión, no es de extrañar que veamos una amplia adopción de la tecnología de reconocimiento facial en 2020. Ya en los últimos años, muchos casos de uso han demostrado cómo esta tecnología brinda comodidad y seguridad. Es uno de los métodos de identificación biométrica menos intrusivos porque requiere poca adaptación conductual.

Hoy, el reconocimiento facial ya se utiliza para permitir la seguridad y la comodidad. Es, por ejemplo, un facilitador importante para gestionar el creciente número de viajeros a nivel mundial.

Protección de lugares públicos con análisis de video.

La analítica de video mejorada agrega inteligencia a la videovigilancia existente. Esta tecnología desempeñará en 2020 un papel cada vez más importante para proporcionar soluciones efectivas para detectar amenazas. En combinación con plataformas eficientes de respuesta a incidentes, el análisis de video permite a las agencias de seguridad reaccionar rápidamente cuando se detecta a una persona de interés en un área vulnerable. El análisis proporcionado puede cumplir con las leyes de protección de datos más estrictas; La detección de datos biométricos, es decir, la cara, con mucho, no es su única capacidad. Durante este año esperamos ver este tipo de herramienta y un fuerte aumento en su uso.

Reconocimiento facial en nuevas industrias.

Si bien la mayoría de los casos de uso para el reconocimiento facial involucran al sector público, se espera que muchas industrias técnicamente avanzadas implementen tecnología de reconocimiento facial para mayor seguridad y comodidad.

Desarrollo de un marco normativo y ético para el uso del reconocimiento facial.

La tecnología de reconocimiento facial ofrece un importante potencial de resolución de problemas para casos de uso relacionados con la seguridad y la conveniencia. Sin embargo, como su uso se basa en monitorear los movimientos de las personas, este tipo específico de datos biométricos es particularmente personal. Los ciudadanos deben mantener el control de sus datos biométricos. Necesitan saber cómo se usan sus datos, cuánto tiempo se guardan y por qué motivo.

Para abordar la inquietud, en 2019 existieron varios intentos de desarrollar marcos regulatorios y, posiblemente lo más importante, éticos que definen la forma en que se debe usar la tecnología de reconocimiento facial. IDEMIA espera que esta tendencia crezca en 2020, con iniciativas nacionales que se intensifiquen a nivel continental o incluso mundial. Como proveedor líder en la industria, IDEMIA fomenta la cooperación entre los gobiernos, el sector privado y los proveedores de la tecnología para definir un marco que permita a todas las partes interesadas y usuarios finales beneficiarse de esta tecnología mientras se abordan las preocupaciones del público.

Desarrollo de un marco normativo y ético para el uso del reconocimiento facial.

La tecnología de reconocimiento facial ofrece un importante potencial de resolución de problemas para casos de uso relacionados con la seguridad y la conveniencia. Sin embargo, como su uso se basa en monitorear los movimientos de las personas, este tipo específico de datos biométricos es particularmente personal. Los ciudadanos deben mantener el control de sus datos biométricos. Necesitan saber cómo se usan sus datos, cuánto tiempo se guardan y por qué motivo.

Para abordar la inquietud, en 2019 existieron varios intentos de desarrollar marcos regulatorios y, posiblemente lo más importante, éticos que definen la forma en que se debe usar la tecnología de reconocimiento facial. IDEMIA espera que esta tendencia crezca en 2020, con iniciativas nacionales que se intensifiquen a nivel continental o incluso mundial.