De acuerdo con cifras de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Ciudad de México tiene una población estimada de 21 millones 581 mil habitantes, lo cual la posiciona como la quinta urbe más grande y poblada del mundo, se calcula que para 2035 contará con 24 millones, 490 mil habitantes. Sin embargo, los retos de planeación y funcionamiento tocan ya a la mayoría de los mexicanos: la población residente en zonas urbanas pasó de 63.8 millones en 2010 a 75.1 millones en 2015, lo que representó el 56.8 y 62.8 por ciento de la población nacional, respectivamente.
Frente a esta situación, la planeación y la prevención de desastres naturales toman un papel fundamental, así como la contribución para reducir el impacto de las urbes en el clima.
Para ello, las plataformas de simulación 3D brindan nuevas herramientas que permiten construir ciudades resilientes, que puedan salvaguardar a sus habitantes ante emergencias y reducir el impacto sobre la infraestructura de la ciudad, los servicios vitales y estratégicos.
El concepto de Ciudades Inteligentes o Smart Cities, tiene como característica las innovaciones digitales. Un ejemplo de este tipo de planeación urbana a partir de la digitalización es el diseño y la simulación 3D es Singapur. Esta ciudad puso en marcha el proyecto Virtual Singapore, una representación digital de la metrópoli donde se evalúan soluciones y se ve su impacto para definir mejoras sin tener que aplicarlas en primera instancia directamente en la operación de la ciudad.
“La digitalización de la información de los edificios y los flujos en las ciudades, junto con el clima, el comercio, la operación de los servicios, podrían contribuir minimizar los impactos durante desastres naturales y a lograr una recuperación más rápida y eficiente después de la emergencia”, señaló Gunter Barajas, vicepresidente de Dassault Systèmes.
De esta forma las ciudades del interior de la República podrían utilizar la tecnología con datos precisos de sus ubicaciones y características geográficas para desarrollar Ciudades Inteligentes, que ya se emplea en urbes de distintas regiones del mundo. Sin embargo, hasta el momento no hay programas o presupuestos dirigidos a este objetivo, señaló Gunter Barajas.
Algunos de los retos donde la digitalización podría contribuir son:
- Ciudades resilientes. Identificar cuales son los mayores retos o las transiciones disruptivas que enfrentan las ciudades ahora y en el futuro, para planear la adaptación y respuesta ante eventuales desastres.
- Edificación y desarrollo de nuevas construcciones. El desarrollo inmobiliario demanda que los nuevos edificios no sólo sean estéticamente atractivos y eficientes, sino que sean diseñados para contribuir a una sustentabilidad en el largo plazo.
- Movilidad y nuevos vehículos. Desde automóviles sin conductor y autos conectados, hasta planeación de los sistemas de movilidad con base en demanda, oferta y movimientos de la población y la disponibilidad de recursos para administrarla.
- Uso eficiente de la energía. Una ciudad incluye una interacción constante de muchas fuentes y usos de la energía. La representación de la red actual y la planeación de la demanda futura con base en el crecimiento de la ciudad y su realidad económica será esencial para tener ciudades económicamente fuertes.