La pandemia de COVID-19 contribuyó a que las telecomunicaciones se posicionaran como el segundo sector más relevante para la población, solamente detrás del de la salud. Las medidas sanitarias impuestas para mitigar el virus hicieron que el contacto físico se viera limitado y, en este contexto, las Telecom ofrecieron alternativas para hacerle frente a los cambios en nuestra forma de vivir y de relacionarnos.
La digitalización ha tenido un papel preponderante durante la pandemia. Los hábitos de consumo cambiaron y se trasladaron hacia el mundo digital; las compras y el entretenimiento en línea, los servicios financieros digitales, las reuniones y los eventos virtuales ya son parte de la nueva normalidad. En este sentido, esta emergencia sanitaria demostró que cerrar la brecha digital es una prioridad.
De acuerdo con Modesto Gutiérrez, Founder y CEO de Miio, en México se puede observar el fenómeno de crecimiento de la industria de Telecom durante la pandemia desde varias perspectivas:
- 1) La caída del Producto Interno Bruto (PIB) trajo consigo un efecto succionador al crecimiento de las industrias, incluyendo las telecomunicaciones. A pesar de ello, en números absolutos, la contabilidad de ingresos de este sector ascendió a los 127 mil 116 millones de pesos en el tercer trimestre de 2020, 1.7% más que en el mismo periodo del año anterior, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
- 2) Las Telecom han permitido que las actividades productivas, educativas, recreativas, de entretenimiento, informativas o culturales continúen sus funciones. Esto ha mantenido a flote la economía mundial y ha facilitado la gestión relaciones sociales en un contexto adverso.
- 3) A pesar de la necesidad de estar conectados durante la pandemia, la penetración de la industria Telecom no ha sido la misma para todos. Según datos del INEGI, el 76.6% de la población urbana es usuaria de internet, mientras que en la zonas rurales la población usuaria solamente es de 47.7%; agravando así las consecuencias económicas y sociales de la brecha digital.
“Un mayor impulso a las telecomunicaciones resulta sumamente relevante para agilizar la digitalización en México y para sacar avante la economía del país, ya que todos los sectores dependen de ellas”, considera Modesto Gutiérrez.
La pandemia provocó que en México el PIB tuviera una caída del 8.5% en 2020. La parálisis y la caída de ingresos generada por el desempleo causaron una reducción en el consumo de servicios y en la adquisición de equipos móviles. De acuerdo con cifras del estudio Digital Customer Trends, elaborado por Deloitte, durante 2020 solamente el 18% de los usuarios compraron un teléfono inteligente, respecto al 48% en 2019.
Aunque estas cifras parecen alarmantes, el sector se mostró resiliente en un año complicado y apunta hacia la recuperación. Las fortalezas y oportunidades de la industria de telecomunicaciones superan con creces sus retos y debilidades. Su rol durante la emergencia sanitaria ha demostrado que son totalmente necesarias y que constituyen una capa horizontal que permea en todos los sectores y negocios. La infraestructura digital se ha mostrado como un componente fundamental para la recuperación económica.
“El cierre de la brecha digital requerirá que las condiciones de entorno acompañen a ese proceso, y para ello será necesario promover la acción conjunta de gobiernos, reguladores y operadores como aliados estratégicos para conseguir el objetivo. De lograrlo, la región podrá minimizar con éxito los efectos dañinos de situaciones como una pandemia”, concluye Modesto Gutiérrez.