La revolución de los iones de litio iniciada hace algunos años en los centros de datos ha llegado a las redes de telecomunicaciones, y por una buena razón. En comparación con las tradicionales baterías con válvula reguladora, plomo-ácido (VRLA), las baterías de iones de litio tienen una mayor densidad de potencia, un menor peso y una mayor duración, se recargan más rápido, no se desgasifican, cuenta con monitoreo integrado y ofrecen un menor costo total de propiedad (TCO).
Estas son las razones por las que las baterías de iones de litio siguen ganando cuota de mercado, principalmente en el espacio de acceso, y a un ritmo más acelerado en Norteamérica. El cambio ha sido lento, pero esta es la naturaleza de las telecomunicaciones. Las mismas tendencias de aversión al riesgo que mantuvieron el statu quo de las baterías VRLA por muchos años están impulsando ahora el cambio hacia las tecnologías de iones de litio que aumentan la eficiencia en toda la red.
Las baterías de iones de litio tienen muchos beneficios más allá de las considerables ventajas físicas y operativas que ofrecen; el litio es una solución elegante y sofisticada para las redes cada vez más complejas. Además, las baterías de iones de litio ofrecen un nivel de inteligencia —incluidos los sistemas de administración de las baterías (BMS)— que las baterías VRLA no pueden igualar. Las baterías VRLA siguen siendo un instrumento contundente y podrían ser incluso la opción adecuada para ciertas aplicaciones, pero las capacidades de las baterías de iones de litio son muy superiores. Además, son infrautilizadas.
Esto está cambiando en algunas unidades que pueden funcionar tanto con baterías de iones de litio como VRLA, o en un modo avanzado de monitoreo que se interconecta con el sistema de administración de baterías para integrar las alarmas y los datos clave del BMS en la NCU. Juntos, estos sistemas dan seguimiento de este tipo de baterías en toda la red, monitorean los niveles de las baterías y los eventos de descarga, y predicen los problemas potenciales para ayudar a garantizar un rendimiento más confiable de las baterías. Aunque es posible realizar algún tipo de monitoreo con las baterías VRLA, se requiere una solución ofrecida por terceras partes que agrega costos y complejidad a cualquier implementación.
La inteligencia ofrecida por los iones de litio es más crítica que nunca en las redes actuales, cada vez más grandes y densas. Mientras que las baterías VRLA mueren de forma repentina y sin previo aviso, las baterías de iones de litio envejecen con gracia y permiten que los operadores puedan gestionar de forma segura el final de su vida útil y su transición a las nuevas baterías. Esto resulta muy valioso a la hora de escalar miles de sitios en una red típica.
Por: Jim Wiemer, director de gestión de ofertas en Vertiv.