Las tendencias emergentes como la difusión de contenidos online, el almacenamiento de datos, los dispositivos IoT, el Big Data y la soberanía de datos, ha impulsado el desarrollo de data centers para cubrir su demanda. No obstante, los centros de datos tradicionales ya no dan abasto para poder procesar toda esta información en tiempo real. En el caso de la industria 4.0, donde también ha proliferado la digitalización, se han incluido nuevas tecnologías de automatización y el IIoT para optimizar procesos gracias al uso apropiado de la información obtenida de cada uno de los equipos conectados a la red.
Al tener más dispositivos conectados a la red en la nueva industria 4.0, como los robots autónomos, la realidad virtual, la simulación empresarial y la impresión 3D, se ha multiplicado el número de aplicaciones dónde se utiliza esta información. En este sentido, es importante que la información obtenida sirva para controlar de forma automatizada los procesos en tiempo real, haciendo un uso eficiente de estos datos con ayuda de las nuevas tecnologías al borde de la red.
La implementación del 5G, es cada vez más primordial para el correcto uso de sistemas Edge Computing que permitan administrar los procesos en tiempo real al borde de nuestros sitios. Hoy, el desarrollo de data centers a la medida en oficinas, hogares, industrias y hospitales no requiere de espacios dedicados para su construcción, pudiendo garantizar la misma seguridad, velocidad, flexibilidad, robustez y confiabilidad que un sistema centralizado.
Pero, para poder implementar estos micro data centers es necesario evolucionar a sistemas de energía flexibles, confiables, escalables y modulares, que permitan el crecimiento orgánico conforme las necesidades del usuario.
Una de las tecnologías que ha llegado a revolucionar la industria energética es la evolución a baterías de ion-litio que tienen una vida útil de 8 a 10 años, requieren menor mantenimiento, son 40% más pequeñas, 60% más livianas e implican un menor riesgo al contar con un sistema BMS de monitoreo 24/7, que ayuda a prevenir fallas como sobrecalentamiento o la exposición a agentes químicos, además permite a los usuarios conocer el estado de las baterías y responder ante cualquier alerta del sistema.
Por otro lado, la tecnología de ciberseguridad requerida por estos micro data centers es por capas, implementadas para minimizar los posibles hackeos de la red. Estás capas marcan las políticas y procedimientos responsables de regular el acceso y las actualizaciones de software. La capa física abarca la seguridad, las vallas eléctricas, circuitos cerrados y los controles de acceso, mientras que los firewalls, herramientas de software y hardware mitigan errores en la capa virtual. Por último, encontraremos a la aplicación y seguridad de datos encriptados.
El último gran reto de la industria 4.0 es la energía de respaldo, indispensable para garantizar la continuidad en la industria. Los fabricantes se deben adaptar a los nuevos requerimientos de procesamiento de datos y demanda energética, y ser capaces de crear e innovar en sus equipos y soluciones que permitan la compatibilidad con sistemas de software de ciberseguridad, y monitoreo remoto, basado en datos recopilados e historial de eventos que permitan predecir el funcionamiento o fallas de su sistema. Teniendo en cuenta los requerimientos de la industria, los productos y soluciones en la actualidad deben garantizar energía confiable, eficiente, segura y sostenible.
Por: Mónica Sepúlveda, Sales Engineer para Eaton CPDI.