Ante el desabasto de energéticos que el conflicto entre Rusia y Ucrania provocará en todo el mundo, México debería estar revisando y apostando por la diversificación de las fuentes de generación energética renovables, así lo afirmó Tania Mijares, directora de Relaciones Institucionales de Bustamante + Freyre.
Según datos de la Secretaría de Energía (Sener), en el 2021, la generación de electricidad entre eólica y solar sumó apenas poco más del 11%. (eólica 6.5% y Solar 5.3%). La mayor generación es a través de plantas de Ciclos Combinados, con el 57.7% e incluso un 2.7% de la electricidad que se consume viene del carbón.
“México tiene una gran dependencia en el suministro de energéticos y de fertilizantes que sé utilizan por ejemplo en la producción de maíz y del trigo. El desabasto de energéticos generará un elevado costo de los combustibles que se traducirá en un impacto en el bolsillo de los mexicanos y nos obliga como país a revisar nuestras fuentes de generación energética, porque estamos ante un sistema de generación debilitado, donde no se han aprovechado las oportunidades hacia la diversificación y los renovables”, afirmó Tania Mijares.
Añadió que México debería estar preparándose ante el impacto que tendrá en los precios de los combustibles la invasión de Rusia a Ucrania.
“Un conflicto de esta naturaleza lo que genera es desabasto, porque estamos hablando del tercer productor de petróleo en el mundo, el cuarto productor de fertilizantes nitrogenados y el proveedor mayor de gas natural en Europa; eso tendrá un impacto en materia energética y su consecuente impacto en la cadena de suministro. Además de que habrá un impacto en la agroindustria”, subrayó.
Citó la información dada a conocer por JP Morgan sobre el incremento en el costo del petróleo, que se ubicó en 100 dólares por barril, luego de cotizarse en 88 dólares. Incluso, comentó se estima puede alcanzar hasta los 150 dólares por barril.
“El conflicto entre ambos países nos afecta en México, no lo podemos ver cómo algo lejano, aislado, pegará porque habrá un incremento en los precios de las gasolinas y desencadenará aumentos, por ejemplo, en el transporte de mercancías, en la cadena de suministros y por lo tanto habrá un impacto en la inflación”, estimó Mijares.