En el marco del evento digital Microsoft Reimagine Latin America, la empresa presentó los resultados del estudio de Boston Consulting Group (BCG) acerca de cómo aprovechar la adversidad y prepararse para el futuro. El estudio titulado: “The Digital Path to Business Resilience” (El camino digital hacia la resiliencia empresarial), analiza las estrategias digitales que permiten a las compañías tomar ventaja en la adversidad.
El documento, que compara a las compañías globales con las latinoamericanas (en Argentina, Brasil, Chile y México), muestra que la madurez digital es la que ayuda a las compañías a llevar la delantera durante la crisis del Covid-19.
A nivel mundial, los líderes digitales sufrieron un menor impacto y se recuperaron más rápido que las compañías cuya transformación digital ha sido lenta, los llamados rezagados digitales.
Los líderes digitales ya están operando a un nivel similar que antes de la pandemia, mientras que la capitalización de mercado de los rezagados digitales aún se encuentra por debajo del 9 % de los niveles previos a la crisis. En Latinoamérica, las compañías se vieron más afectadas por la pandemia, pero la diferencia entre los líderes y los rezagados digitales es más grande que a nivel mundial: la capitalización de mercado de los líderes digitales latinoamericanos disminuyó el 17 % respecto al -31 % reportado por los rezagados digitales.
Aunque las recesiones son difíciles de digerir, el estudio de BCG muestra que también presentan oportunidades. La volatilidad competitiva, es decir, la tasa a la cual las empresas ingresan o salen del Fortune 100 cada año, aumenta durante las recesiones, lo que refleja una oportunidad de tomar ventaja en la adversidad. Por ejemplo, las oportunidades de inversión tienden a ser más económicas, y algunas compañías aprovechan las recesiones para conducir cambios internos mayores.
Como resultado, cerca del 14 % de las compañías aumentaron tanto sus ventas como sus márgenes de utilidad en las recesiones recientes. A pesar de las difíciles circunstancias, estas compañías aumentaron las ventas en 14 % más y mejoraron los márgenes en 7 % más que el 44 % de las compañías que tuvieron caídas en ambos parámetros. Esto demuestra que, incluso en un ambiente complicado, existe la posibilidad de que las empresas prosperen.
Para poder ubicarse entre los ganadores, las compañías necesitan adoptar lo que BCG denomina “las seis dimensiones de la resiliencia”:
- 1) Proteger e incrementar las ventas a través de una respuesta rápida a las necesidades cambiantes de los clientes.
- 2) Desarrollar operaciones ágiles mediante la identificación y gestión rápida de las disrupciones.
- 3) Permitir a las personas empoderar a los empleados para trabajar y colaborar de forma eficaz en cualquier situación.
- 4) Acelerar las plataformas de datos y digitales para incrementar la disponibilidad de la infraestructura clave y tomar mejores decisiones basadas en los datos.
- 5) Optimizar la ciberseguridad protegiendo los activos digitales y estableciendo procedimientos para reaccionar rápidamente ante las intrusiones.
- 6) Fortalecer las finanzas para tener liquidez.
BCG analizó más de 3,500 compañías en todo el mundo, incluyendo 250 en Latinoamérica, y utilizó su Índice de Aceleración Digital para medir la resiliencia y madurez digital en las seis dimensiones antes mencionadas.
Como se observa a continuación, las compañías latinoamericanas se encuentran a la cabeza —superadas solo por las asiáticas—.
Debido a que la región siempre ha experimentado niveles más altos de volatilidad, las empresas latinoamericanas son más resilientes. Tal como lo demuestra la encuesta de BCG, el 85 % de los ejecutivos latinoamericanos planean invertir más en su transformación digital a consecuencia del Covid-19, lo que supone un compromiso mucho más firme respecto al 65 % de sus pares globales. De acuerdo con el estudio de BCG, lo más probable es que esto genere buenos resultados: cuando se realizan correctamente, estas inversiones mejoran la resiliencia, ya que aumentan la agilidad, la estabilidad y la productividad de la fuerza laboral, y optimizan el desempeño financiero, pues generalmente incrementan en más del doble el valor empresarial.
En definitiva, la resiliencia será la que defina a los ganadores del futuro. Esto no solo ayudará a las organizaciones a salir más rápido de la tormenta actual, sino que también les permitirá tomar ventaja en la adversidad futura, independientemente de la forma que adopte.