Las telecomunicaciones se han convertido en un sector esencial para la sociedad al conectar a las personas con lo que más quieren. Esta industria mantiene hoy conectados a trabajadores con empleos esenciales y a expertos, investigadores y autoridades; además de poner al alcance de la gente información vital.
La pandemia por COVID-19 es la primera contingencia sanitaria en la que la conectividad ha hecho una diferencia importante en la vida de las personas.
Con el distanciamiento social, por ejemplo, hemos presenciado cambios importantes en el comportamiento de los usuarios en México, mostrando incrementos en el uso de aplicaciones colaborativas (Skype +61%, Zoom 63%, WebEx +86%) o en aplicaciones para ordenar comida a domicilio (Rappi 54%, Uber Eats 18%).
Cuando la gripe española azotó al mundo en 1918, diversos periódicos en Estados Unidos reportaron que estudiantes de preparatoria se comunicaban por teléfono con sus maestros. Además, la Cruz Roja de Kansas distribuyó letreros para tienda, en los que pedían a los clientes contagiados que hicieran sus compras vía telefónica. La misma necesidad que hoy satisfacemos gracias a las herramientas de colaboración y aplicaciones de comida, hace más de un siglo fue satisfecha por el teléfono.
Durante el brote de ébola en 2014, el uso de celulares, mensajes de texto y video resultaron ser una solución de bajo costo y altamente efectiva ante la falta de información que enfrentaba el personal de salud en los países afectados por el virus. Entre las plataformas que se emplearon, destacó mHero: un sistema de comunicación de dos vías, que a través de teléfonos celulares comunicaba a las autoridades de salud con el personal médico, facilitando el intercambio de información valiosa.
Ahora, durante esta contingencia causada por el COVID-19, la tecnología una vez más nos está ayudando a cuidar nuestra salud y la de nuestros seres queridos gracias al mundo interconectado. La gran diferencia con la gripe española o el ébola, sin duda es ella. Gracias a la conectividad, las personas tienen la posibilidad de trabajar desde sus casas, realizar pagos por medio de aplicaciones en su celular o incluso pedir alimentos a domicilio.
Sin embargo, aún existe un sector de la población al que aún no llega la conexión: en México, 15% de las personas viven en zonas donde no hay cobertura de red y 17% donde no hay cobertura de banda ancha móvil (3G o 4G).
La crisis sanitaria actual ha enfatizado la necesidad de reducir la brecha digital para por fin llegar a tener nuestro mundo interconectado. Por ello, en el Día Mundial de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información, celebrado ayer 17 de mayo, reflexionamos sobre la oportunidad única que tenemos de acelerar la inclusión digital en nuestro país y en el mundo, con el fin de contribuir a vencer estas desigualdades.
Ante este fenómeno complejo y multifactorial, la cooperación de los sectores público y privado es indispensable. Así como nuestro sector sigue demostrando el compromiso que tiene con la sociedad, es importante también seguir dirigiendo nuestros esfuerzos hacia la inclusión digital para apoyar el desarrollo de nuestro país.
Por: Jerónimo Diez de Sollano Velasco A, Chief Technology and Information Officer Interino de AT&T en México.