Existe una tecnología de la que cada vez se habla más y cuyo futuro es prometedor en áreas como comercio electrónico se refiere, perfilándose como toda una revolución en distintas industrias. Sus mayores ventajas para los consumidores son la seguridad y la exclusividad de poseer algo realmente único que nadie más tiene en el mundo digital, a prueba de falsificaciones y sin poder ser reemplazable. Se trata de los NFTs, tendencia que está en plena maduración y, aunque suene “muy de techies”, en el fondo no es tan complicado de entender.
Vayamos paso a paso. Un NFT o non-fungible token (en español, «token no fungible») es como un certificado de autenticidad digital que prueba que algo es único y le pertenece a cierta persona en específico dentro del espacio digital. Estos activos nacieron en la llamada Web 3.0, era disruptiva del espacio digital y donde los usuarios tienen el control total de sus datos, cuyo sustento es la blockchain.
¿Pero qué es la blockchain? Esta innovación es similar a un libro de contabilidad que registra todas las transacciones de un sistema, pero de manera encriptada (algo así como “a prueba de hackers”), al cual sólo personas autorizadas tienen acceso, y si alguien intentara modificar algo el sistema no lo dejaría. Su clave es facilitar transacciones encriptadas de valores o datos, con cuatro ventajas: descentralización (sin depender de grandes instituciones como los bancos), seguridad (alto nivel de encriptación), transparencia (todos los movimientos dejan huella) e inmutabilidad (tras un cambio no hay vuelta atrás). En pocas palabras, la blockchain es un registro transparente, seguro y descentralizado de transacciones digitales.
Resumiendo, los NFTs operan solamente dentro de la Web 3.0, que a su vez se construye gracias a la blockchain. Cabe remarcar que cada NFT tiene información que lo hace diferente a cualquier otro, por lo que no se puede reemplazar o intercambiar uno a uno, como sí hacemos con las monedas y billetes físicos, por ejemplo.
Durante los últimos años, y sobre todo a raíz de la pandemia cuando el comercio físico se detuvo en gran medida, estos activos digitales únicos se han usado comúnmente para representar obras de arte, música, videos y piezas coleccionables digitales en general. Sin embargo, hay muchos otros usos que tanto las personas como las empresas pueden aprovechar.
Ejemplos de uso de los NFTs
Actualmente hay artistas, marcas e influencers que los usan para crear una comunidad más cercana y especial con sus audiencias. Pero en servicios todavía más tangibles y cuyos costos se han democratizado con el paso del tiempo, como pueden ser los vuelos de avión o un paquete vacacional, esta tecnología tiene valores muy interesantes para ofrecer a los consumidores.
Dentro del mercado de la aviación en específico, compañías como Volaris es una de las pioneras en explorar esta tecnología mediante la comercialización de NFTs. Algunas ideas de uso son:
- Acceso a experiencias exclusivas. Servir como clave única para otorgar preventas especiales a nuevos destinos o precios preferentes para volar a cierta ciudad durante un año.
- Billetes de avión “tokenizados”: Los boletos podrían emitirse como NFTs, garantizando la autenticidad y evitando fraudes. Así, un pasajero podría vender, intercambiar o transferir sus boletos como activos digitales.
- Certificación de formación de pilotos: Representar y verificar las licencias y certificaciones de los pilotos, algo sumamente relevante si consideramos los altos estándares de seguridad que representa la aviación.
Los vuelos de avión son punta de lanza del e-commerce para las grandes firmas del segmento, como es el caso de Volaris, cuyas ventas se hacen a través de canales digitales en un 80% (sitio web y app). Por ello, no resultaría extraño que las aerolíneas exploren en algún momento las ventajas para el negocio de las operaciones con NFTs.
En el sector turístico, las empresas podrían sacar ventaja de los NFTs empleándolos como pases, garantizando la autenticidad y dando a los turistas un acceso más fluido; para vender postales y recuerdos digitales que nadie más posea, algo que ya hacen muchos artistas; para representar la propiedad parcial o fraccionada de edificaciones turísticas, como hoteles o residencias vacacionales; y también para certificar a los guías turísticos, similar al ejemplo de los pilotos.
El mundo de los NFTs está muy lejos de mostrarnos todo lo que tiene para ofrecer, empezando por los usuarios antes que las marcas. Conforme se siga entendiendo y expandiendo esta tecnología será todavía más innovadora dependiendo de la industria que se quiera reinventar. Basta decir que, de acuerdo con Statista, en México los ingresos del mercado de NFTs alcanzarían los $43.8 millones de dólares (mdd) a finales del 2023, creciendo cada año en promedio un 16.5% del 2023 al 2027. De mantenerse esta inercia, al final de ese periodo valdría unos $80.7 mdd.