Cada fin de año, muchos de nosotros solemos hacer una autoevaluación. Vemos en retrospectiva qué aprendimos, qué podemos mejorar y cómo alcanzar nuevos propósitos para el ciclo que estamos por comenzar. Pero ¿qué tal si este año cambiamos la dinámica y vemos cada día como una oportunidad de hacer algo nuevo y diferente, creando nuevos hábitos para tu negocio?
Hagamos un ejercicio: en lugar de hacer una lista larga de propósitos genéricos, pongámonos cinco metas reales y cuantificables que nos ayuden a progresar, tanto de manera personal como profesional. Recordemos que estos nuevos hábitos podemos ajustarlos, porque nosotros mismos evolucionamos también; cambiamos de gustos, prioridades y actividades.
Prueba comenzar por alguno de estos nuevos hábitos:
- Desarrolla nuevos talentos: Enfocarte en ti es básico: buscar cursos o clases que te ayuden a seguir ampliando tus habilidades. Puede ser un nuevo idioma, algún taller que te permita conocer más a fondo sobre un tema o una certificación. No dudes en buscar contenido en la red, la mayoría de las veces suelen ser gratuitos o a bajo costo y, a futuro, pueden representar una gran inversión.
- Balance vida – trabajo: Toma tiempo para ti: puedes darte cinco minutos para meditar o hacer algo de ejercicio, actividades muy importantes para mejorar las habilidades de razonamiento y aprendizaje, a la vez de permitirte tomar de decisiones con una visión más clara. Disfruta de un buen libro o audiolibro en tu tiempo de traslado o durante alguna pausa que tengas a lo largo del día.
- Agradece cada aprendizaje: Haz una pausa al despertar o antes de dormir para agradecer lo que aprendiste en el día, todo lo bueno y malo porque de ahí podrás definir nuevas estrategias o encontrar soluciones a situaciones cotidianas.
- Mantente conectado: No me refiero a estar en línea o en redes sociales, más bien, conecta con las personas en una reunión, platica con ellas. El intercambio de puntos de vista también nos puede nutrir y dar ideas para proyectos personales o laborales; una red de apoyo siempre será útil.
- Comparte una lección aprendida con tu equipo: En los negocios no hay errores, hay aprendizajes; tampoco hay culpables, más bien maestros en desarrollo. Elige una de tus decisiones y abre la discusión con tu equipo para que vean al líder valiente que también se “equivoca”, invítalos a compartir sus aprendizajes y a hacer lo propio con las personas de su entorno. Esta es una dinámica muy sana y además tendrás distintas perspectivas sobre aquello que tú ves de una manera. Hay que celebrar los logros, y aprender de todo.
Finalmente, disfruta, vive el proceso. De los últimos años aprendimos qué significa la resiliencia y hemos demostrado que podemos adaptarnos rápidamente. Este nuevo año seguramente estará lleno de retos y aprendizajes, pero con la mirada correcta, todo esto nos permitirá seguir creciendo.
Por Oscar Banda, Vicepresidente y Director General de B2B en AT&T México.