El centro de las redes telecomunicaciones y la computación se está trasladando al borde de red. Hasta la fecha, la computación en el borde de red —donde los datos se procesan más cerca del usuario final o dispositivo en el “borde” de la red en sitios como las torres celulares 5G y pequeños centros de datos prefabricados, o mediante hardware como nodos de puerta de enlace— ha sido una de las tendencias tecnológicas más importantes del siglo XXI para las industrias de telecomunicaciones y de TI.
Los beneficios de la computación en el borde de red incluyen una menor latencia, una mayor velocidad de procesamiento, un análisis de datos casi en tiempo real y menores costos de ancho de banda. Estas ventajas podrían crear oportunidades para nuevas aplicaciones y servicios para las compañías de telecomunicaciones, lo cual aumentaría sus ingresos.
Pese a todo el revuelo, se desconoce si las compañías de telecomunicaciones se encuentran entre los principales beneficiarios de la computación en el borde de red y si esta podría resultar ser una distracción o incluso una amenaza.
¿La creciente competencia en el mercado de la computación en el borde de la red (desde proveedores de plataformas de computación de TI como IBM y Dell EMC, hasta proveedores de servicios en la nube pública como Amazon Web Services y Google, e incluso compañías de equipos de red como Ericsson y Nokia) reducirá las ganancias de las compañías de telecomunicaciones? ¿Cómo deberían desarrollar la computación en el borde de la red? ¿Por su cuenta o en asociación con compañías tecnológicas y distribuidores? ¿Quién pagará por la infraestructura en el borde de red? ¿Y qué papel jugarán los centros de datos?
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Estos y otros temas fueron analizados en un reciente informe titulado Las Telecomunicaciones y la Computación en el Borde de la Red: ¿Oportunidad, Amenaza o Distracción?, realizado por encargo de Vertiv y llevado a cabo por Omdia. La encuesta incluyó la participación de 147 operadores de telecomunicaciones de todo el mundo.
La COVID-19 y los desafíos para la red
En años recientes, hemos sido testigos de cómo los centros de datos cada vez más se han enfocado en el borde de red. Ese trabajo también se está entrelazando cada vez más con las actividades de telecomunicaciones: una realidad que sirvió como catalizador de nuestra reciente investigación sobre la computación en el borde de red y nuestro panel de discusión.
La pandemia de la COVID-19 ha transformado la manera en que trabajamos, vivimos e interactuamos. Un aumento en el trabajo desde casa durante los últimos tres meses ha resultado en un cambio dramático en el tráfico y las necesidades de datos de las redes de telecomunicaciones.
A medida que las redes 5G son lanzadas en todo el mundo, éstas necesitarán mucha capacidad de computación. La tecnología en el borde de la red puede ayudar a las redes a hacer frente a la carga de datos adicionales. Actualmente, la mayoría de los operadores de telecomunicaciones no cuentan con esta capacidad y comprenden que para competir y monetizar las aplicaciones 5G, necesitan agregar capacidades de computación en el borde de red.
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La red 5G no solo se trata de comunicación entre humanos, sino también de humano a máquina, de máquina a humano y de máquina a máquina.
Monetizar el borde de la red
¿Cuáles sectores en las industrias de telecomunicaciones y tecnología ganarán más dinero con la tecnología en el borde de la red? De acuerdo con la investigación de Omdia, las compañías de telecomunicaciones obtendrán la mayor cantidad de ingresos (36%), seguidas por los desarrolladores de aplicaciones (30%) y los proveedores de servicios en la nube (25%).
¿Cómo pueden las compañías de telecomunicaciones maximizar los ingresos a partir del borde de la red? El mejor enfoque es asociarse con proveedores de servicios en la nube para crear aplicaciones 5G. Todas las compañías de telecomunicaciones y los proveedores de la nube obtienen potencialmente lo que quieren con bastante rapidez.
Las compañías de telecomunicaciones reconocen que es necesario un desarrollo simbiótico del ecosistema donde los bienes inmuebles más la infraestructura, más la aplicación, necesiten ser desarrollados y promovidos conjuntamente.
Hasta hace algunos años, con la llegada de la red 4G, los operadores de telecomunicaciones generalmente no cooperaban con otras compañías. Los operadores han comenzado a darse cuenta de que no quieren convertirse en WhatsApp ni Facebook, pero es posible que quieran convertirse en un iOS o un Android, y ofrecer una plataforma de servicios. Necesitan un ecosistema más grande que los respalde, los agrupe con su conectividad y los ayude a ofrecer todos estos servicios.
Asociarse con organizaciones de tecnología, de distribución o del sector público puede ayudar con los costos de la tecnología 5G y en el borde de red, así como la infraestructura de soporte.
Eficiencia energética
Las tecnologías energéticamente eficientes serán de gran ayuda. Las redes 5G podrían aumentar el consumo energético entre un 150% y un 170% para el 2026, de acuerdo con una investigación publicada por Vertiv el año pasado. Eso aumentaría el costo de la red 5G y la computación en el borde, y reduciría su rentabilidad y sostenibilidad.
Será necesario alcanzar la eficiencia energética en un duro clima económico, en el cual los gastos de la compañía, incluso en TI, se analizarán aún más de lo habitual.
De acuerdo con IDC, para el 2020 el gasto en TI a nivel mundial se reducirá en un 5,1% a $2.25 trillones, aunque aún se espera que aumente el gasto en algunas partes de TI, como la infraestructura.
Una mayor potencia se traduce en un equipo de enfriamiento más grande, lo cual representa más espacio. Un mayor espacio se traduce en más bienes inmuebles, lo cual representa mayores costos operativos y de capital.
Como podemos observar, para maximizar las oportunidades y minimizar las amenazas, las compañías de telecomunicaciones deben ser flexibles en la forma en que desarrollan las aplicaciones y la infraestructura para la computación en el borde de la red. Probablemente, esto requerirá asociaciones con compañías de tecnología, de distribución y de otras empresas fuera del sector de las telecomunicaciones. Además, requerirá una mejora en la eficiencia energética en las redes, los centros de datos y los dispositivos en el borde de la red, incluida cierta estandarización de la tecnología, para que el borde de la red se convierta en la corriente dominante.
Por: Missy Dassler, gerente de ofertas globales en Vertiv.