Desde el comienzo de la pandemia de Covid-19, los hábitos de los consumidores han cambiado. En las últimas semanas, debido a las medidas de aislamiento, se ha producido una disminución en la circulación de efectivo retirado de los cajeros automáticos, así como un aumento del comercio electrónico a través de compras en línea, incluso en pagos sin contacto.
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Según datos de la Condusef, del total de compras autorizadas en comercios electrónicos durante enero a junio del 2020, el 30% corresponde a tarjetas de crédito y el 70% a tarjetas de débito.
Habiendo cambiado sus hábitos de compra en cuanto a alimentos y productos básicos durante el período de confinamiento, y con la apertura de tiendas y restaurantes que indican un regreso gradual a la normalidad, los consumidores ahora evitan los pagos en efectivo. Están haciendo un mayor uso de las tarjetas de crédito y de las aplicaciones de pago en sus teléfonos móviles, lo que minimiza el riesgo gracias a pagos sin contacto. Si la tecnología del dispositivo de pago lo permite, esto también evita el uso de datos donde se requiere contacto al ingresar el PIN.
Las opciones de pagos sin contacto están en constante crecimiento, las tarjetas biométricas se encuentran entre las tendencias más seguras. Frente a esta nueva realidad, la verificación de huellas dactilares se puede utilizar como método alternativo de verificación del tarjetahabiente, en lugar del PIN o la firma, ya que la tarjeta verifica la huella dactilar en el sensor en menos de un segundo, lo que elimina la necesidad de manipular la terminal de pago.
Esta misma solución ofrece tarjetas digitalizadas en una cartera móvil. Aunque los usuarios todavía tienen que utilizar un dispositivo de pago para interactuar con los terminales de pago, la autenticación del cliente se realiza en el mismo teléfono móvil (en la mayoría de los casos utilizando datos biométricos como huellas dactilares); ni siquiera es necesario introducir el PIN por encima del límite establecido.
Asimismo, la adopción de los pagos sin contacto también se puede promover a través de los dispositivos wearable.
Los dispositivos wearable brindan un beneficio ya que son directamente accesibles; no es necesario sacarlos de un bolsillo, por lo que lo hace más fácil de usar en esos momentos de hacer la compra.
Los wearables sin contacto mejorarán la experiencia general de los usuarios ya que eliminan la preocupación de hacer el intercambio de efectivo.
La tecnología de pago sin contacto ayuda a prevenir la propagación del virus, al mismo tiempo que cumple con la seguridad que deben tener las diferentes opciones de pago para garantizar las transacciones de los clientes. Ha llegado el momento de que las empresas ofrezcan una mayor variedad de tarjetas y dispositivos para facilitar el pago sin contacto que mejor se adapte a las necesidades del cliente.
Por: Yecaneh Aguado, Directora de Ventas México & Cenam – Banca & Servicios de Pago de Thales