De acuerdo con especialistas del ISDI, la pandemia de COVID-19 acelerará la automatización, lo que podría devenir en un escenario poco favorecedor para la fuerza de trabajo humana en el caso de no implantarse medidas y estructuras adecuadas ante las nuevas responsabilidades y avances, teniendo como prioridad la necesidad de volver a capacitar a la fuerza de trabajo, y la creación de nuevas profesiones digitales.
En el reporte de Hanspal para la Foro Económico Mundial, las nuevas tecnologías de automatización ganan más tracción cada año. En 2018, se desplegaron más de 40 mil robots industriales en las fábricas estadounidenses, un aumento del 22% respecto al año anterior.
Por su parte el informe Future of Jobs, del mismo organismo, señala que las máquinas y los algoritmos contribuirán con 42% del total de task hours en 2022.
Actualmente un solo empleado puede manejar de una a dos máquinas, lo cual en un futuro podría traducirse a 10 o 20 máquinas por individuo ante el acelerado crecimiento del uso de tecnología inteligente y automatización, lo que podría conducir a un desplazamiento de 20 millones de empleos para 2030 según Oxford Economics.
“La automatización y la digitalización de los negocios no es un desplazamiento de los trabajadores, sino una oportunidad para asumir nuevas actividades. Las empresas deben abordar estos temas como un medio para liberar a los trabajadores y que su desempeño resulte más productivo y acorde a las necesidades actuales. Se pronostica el surgimiento de hasta 133 millones de nuevos puestos digitales a medida que las empresas adopten la automatización. Esto y la capacitación nos darán la oportunidad para que la tecnología no trabaje en lugar de los humanos, sino en sincronía con los mismos valiéndonos de una nueva relación hombre-digitalización, aseguró Miguel Alegre, CEO del ISDI México.
En el análisis dado a conocer por el ISDI se aseguró que la preparación, reeducación y actualización de los equipos de trabajo, así como la adopción de un verdadero entendimiento digital resultará básico y será una labor clave de los líderes de las empresas, pues además de tener mejores oportunidades, será esencial para que los beneficios que adquiera el negocio sean plenos y se compartan de manera amplia y equitativa entre los trabajadores, los consumidores, las empresas y la sociedad.
Como ejemplo de lo anterior, el ISDI aseguró que compañías como Amazon o Stanley Black & Decker, motivan a sus empleados a capacitarse en diversos nuevos skills que benefician al individuo y los equipos de las empresas creando nuevas oportunidades de negocio. Asimismo, los programas ayudan a los colaboradores a aspirar a mejores puestos y salarios dentro de la organización.
De acuerdo con la escuela de negocios, otras industrias también deben prepararse para formar parte de estos cambios positivos valiéndose de 3 factores:
- Research: entender el impacto real de la tecnología es fundamental para dirigir los esfuerzos de actualización. Mantener una línea abierta de comunicación con clientes y monitorear, identificar y rastrear las brechas de habilidades y los requisitos resultantes de la implementación de productos y servicios.
- Partnership: identificar y forjar sociedades con las partes interesadas locales -como escuelas de formación especializada-, puede proporcionar a los trabajadores acceso a programas de capacitación y certificación.
- Programas piloto: programas piloto de reskilling puede proporcionar capacitación práctica para los trabajadores sobre cómo usar las nuevas herramientas digitales de manera más efectiva.
El ISDI reconoció que si bien el proceso de transformación digital puede ser difícil para los trabajadores que han tenido una exposición limitada a la tecnología, gran parte de la capacitación resulta, en la mayoría de los casos, bastante simple y exitosa; logrando completar su capacitación en muy poco tiempo.
“Confiamos en que la automatización y la digitalización no desplazará a millones de trabajadores, siempre y cuando los individuos y empresas entiendan que existen soluciones de entrenamiento digital capaces de mantener un equilibrio entre la fuerza de trabajo y las necesidades reales. Solo de esta manera se transformará un panorama incierto, en un sinfín de oportunidades y beneficios para los negocios, la economía y las personas”, concluyó Miguel Alegre.