Si observamos el estado de la nube en la actualidad, la firma de análisis de mercado Gartner explicó que la inversión en servicios de nube pública creció un 23,1% a finales de 2021 hasta alcanzar un total de 332.300 millones de dólares, frente a los 270.000 millones de dólares de 2020. Con este aumento en diferentes modelos de consumo de la nube, desde el software como servicio (SaaS), la infraestructura como servicio (IaaS), la nube híbrida, y el escritorio como servicio (DaaS), ya no existe un enfoque único.
En esta era de desarrollo y expansión del uso de tecnologías en la nube, la naturaleza digital de las empresas requiere una amplia gama de opciones de infraestructura que permita a cada cliente aprovechar una combinación de tecnologías que se adapten mejor a sus necesidades únicas, optimizando al mismo tiempo los costos. ¿Cómo podemos permitir este tipo de flexibilidad frente a la complejidad de la infraestructura de TI de muchas empresas?
Anteriormente, los consumidores aceptaban lo que se les brindaba a nivel tecnológico. Sin embargo, desde hace unos años, tanto las empresas como los usuarios prefieren que los productos y servicios estén ajustados a sus preferencias y necesidades.
El poder de la personalización y el auge de la gestión de las relaciones con los clientes (Customer Relationship Management) han creado un nuevo tipo de comprador. La libertad de elección significa ahora mucho más que antes.
La flexibilidad de las tecnologías en la nube ya no es una opción
Si analizamos cómo la computación en la nube constituye ahora la base que sustenta la operación de los negocios y el comercio, podemos entender por qué cada nube tiene que ser diferente.
Algunos despliegues en la nube estarán optimizados para el perímetro transaccional de entrada/salida, otros serán impulsados para la velocidad de la CPU, algunos tendrán una cadencia sobresaliente para realizar llamadas analíticas, varios estarán optimizados para la capacidad de almacenamiento, etc. Estamos construyendo estas instancias de nube a través de estructuras híbridas privadas-públicas en implementaciones multi-nube con cierta complejidad poli-nube.
A estas alturas, la necesidad de la personalización es clara: las organizaciones necesitan que su nube se aprovisione, se despliegue, se entregue y se mantenga de la manera más flexible posible, con el máximo poder para consumir ese recurso de TI de la manera correcta para el negocio.
Ninguna nube se adapta a todos
Las empresas actuales dependen de un número considerable de software y aplicaciones existentes que no pueden dejarse de lado en favor de alternativas nativas de la nube. Los proveedores de tecnología deben ser sensibles a las necesidades de sus clientes de mantener un conjunto de aplicaciones existentes.
La eliminación de las aplicaciones heredadas es costosa y requiere mucho tiempo y esfuerzo, pero las organizaciones no deberían verse frenadas por estas limitaciones. Además, el costo de propiedad asociado a las plataformas de nube pública, a las plataformas de nube privada, a las plataformas de nube híbrida (pública y privada) y a la infraestructura empresarial tradicional/no en la nube puede variar enormemente, por lo que es vital entender cómo se alinean los diferentes modelos de despliegue con sus cargas de trabajo existentes y sus necesidades empresariales.
Lectura recomendada: Analizar métricas, visualizar la Data y consolidar múltiples fuentes de información en la nube ya es posible.
Consumo de la nube en sus propios términos
La elección en la nube no solo significa aumentar y reducir la capacidad de recursos, sino también poder seleccionar el hardware, el hipervisor y los procesos ideales necesarios para cualquier carga o flujo de trabajo.
Si una empresa tiene ese poder sobre el consumo de la nube, entonces puede decir que tiene la nube en sus propios términos. Al adoptar un enfoque progresivo hacia una solución de software de infraestructura hiper convergente (HCI), las empresas pueden lograr la personalización que buscan a partir de un modelo de nube híbrida verdaderamente eficaz.
Siempre se supuso que la nube transmitía una sensación inherente de flexibilidad, y la flexibilidad es sinónimo de elección. Dadas las muchas variedades de almacenamiento y transmisión de datos virtuales que se han desarrollado dentro del propio modelo de computación en la nube, la elección debe ser el principio rector detrás de cualquier solución híbrida efectiva.
Por: Fernando Zambrana, Director de Ventas de Nutanix México.