Con las recientes noticias sobre la incorporación de México en el plan de desarrollo de la industria de semiconductores de Estados Unidos, distintas empresas especializadas en la producción, exportación y financiamiento de tecnología en el país han mostrado interés en este proyecto por su viabilidad y por ser una posible fuente de inversión extranjera.
En este sentido, Panduit analiza las condiciones de la industria mexicana para sumarse al proyecto y señala que existen altas posibilidades para que México produzca semiconductores y realice exportaciones a distintos países, siempre y cuando se cuente con la infraestructura necesaria, personal especializado y una logística optimizada para realizar envíos internacionales.
Y es que de acuerdo con datos arrojados en el último informe de la World Semiconductor Trade Statistics (WSTS), se espera que para 2022 el mercado mundial de semiconductores aumente un 13.9%, generando alrededor de $633 mil millones de dólares en ganancias. Entre las regiones que más aportarán a este mercado se encuentra Asia Pacífico con un 10.5% de crecimiento esperado para este año, América con un 23.5%, Europa con un 14% y Japón con un 14.2%.
«Los semiconductores son fundamentales para el desarrollo del mercado tecnológico. Hace un par de años no se hacía mucha mención al respecto, pero sin duda son el pilar para la transformación digital y el desarrollo tecnológico. El Internet de las Cosas (IoT) parte de la idea de tener varios objetos conectados a la red, para lo cual es necesario el uso de semiconductores que realizan distintas funciones con diferente nivel de complejidad», señala Marco Damian, gerente de cuentas de Panduit para México.
De acuerdo con el experto de Panduit, una de las razones por las cuales se ha desarrollado el IoT es que los semiconductores se encuentran en constante evolución, realizando cada vez más funciones y teniendo más capacidad de procesamiento y almacenamiento. Esto les ha permitido llegar a almacenar información y realizar acciones de cómputo cada vez más complejas, propiciando el desarrollo tecnológico de distintas industrias y sectores empresariales.
El nivel de integración que puede tener un semiconductor resulta de vital importancia para determinar la viabilidad de su producción. La complejidad de producción del semiconductor dependerá de su uso, ya que no es lo mismo un semiconductor utilizado para un sensor que uno usado para conectar múltiples dispositivos a una red.
«Actualmente, las empresas que tienen la capacidad de fabricar distintos tipos de semiconductores, se ven limitados por la cantidad existente de semiconductores de alta complejidad (aquellos que realizan múltiples funciones), ya que a mayor nivel de integración de estos, mayor inversión en su manufactura», puntualiza Marco.
Con respecto a la logística, el fabricante de redes señala que el país está preparado para exportar y que cuenta con una ventaja estratégica por su posición geográfica, ya que le permite realizar operaciones con los países vecinos del norte; mientras que, gracias a sus 102 puertos, puede conectar con más de 145 países, entre ellos las grandes potencias comerciales como China, Estados Unidos y Latinoamérica.
Si bien, el panorama es alentador para el desarrollo de este mercado, no se cuenta con la tecnología necesaria ni con la capacitación requerida para sustentar el proceso de manufactura de semiconductores en México. A palabras de Marco Damian, «si se realiza una inversión en este sector, podríamos ver resultados en al menos dos o tres años, pues no hay industria que tenga las capacidades y el nivel de especialización necesario para la elaboración de semiconductores. En este sentido, las empresas deben ver esta inversión a futuro y comenzar a hacerlas desde este momento, púes el desarrollo tecnológico está sobre sus hombros”.
El desarrollo de la tecnología de este sector ha permitido la incorporación de sistemas de automatización a favor de las operaciones de manufactura, logística y la cadena de suministro de las empresas. La mayoría de los elementos de dicha cadena se encuentran conectados a la red mediante dispositivos que incluyen semiconductores como componentes principales, alojando tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT), que permiten la comunicación entre dispositivos para hacer más eficiente su funcionamiento, además de la recolección y procesamiento de datos en tiempo real; los cuales ayudan a evitar desabastos y a optimizar el mercado.
Se espera que, a medida que haya más productores especializados, sea más fácil dar abasto a la demanda del mercado, propiciando el desarrollo de nuevas industrias y un aumento considerable del conocimiento técnico sobre semiconductores, generando profesionales más preparados para atender las necesidades del mercado mexicano.