No cabe duda de que la transformación digital debe convertirse en una de las principales prioridades para llevar a Latinoamérica a nuevos estándares de innovación y crecimiento. De acuerdo con la firma de investigación Atlantico, la región ha experimentado una transformación digital acelerada, una evolución sin precedentes en cuanto a adopción tecnológica en los últimos dos años, llegando incluso a superar las cifras de países como India, China, y Estados Unidos; no obstante, todavía queda mucho trabajo que hacer y se espera que el 2023 sea un año decisivo para ajustar la estrategia de dicha transformación digital acelerada.
Ante este panorama, quiero aprovechar para compartir qué podemos esperar de este ámbito y cuáles son las principales tendencias que seguirán sentando las bases del futuro.
La conectividad debe dar un salto importante
Si bien América Latina destaca por contar con una alta densidad de conexiones a internet, según la Comisión Económica para América Latina y Caribe (CEPAL), todavía existe una brecha poblacional importante que no tiene acceso a estos servicios. De acuerdo con este organismo, todavía existe una brecha considerable en la cobertura de redes en México, haciendo necesario ampliar estos servicios a 25% de los hogares urbanos y 60% de los rurales para alcanzar la competitividad internacional, en comparación a los índices de otras naciones de Europa y América del Norte.
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Por su parte, IDC predice que para el 2023 la inversión del sector TI en conectividad incrementará al 12%, e incluso se espera que en el 2028 el 35% de los presupuestos de las principales empresas de la región se destinen a este rubro.
Los centros de datos revolucionarán el sector
Los datos son hoy la nueva divisa de la economía digital, lo que pone el reflector sobre el estado actual de los centros de datos, un segmento que se encuentra más sano que nunca, como resultado del auge en la demanda de servicios de streaming y las aplicaciones en la nube.
Esto representa una oportunidad enorme para Latinoamérica, al grado que durante 2023 presenciaremos cada vez más proyectos de ésta índole en la región, beneficiando principalmente a países como Brasil, México, Chile, y Perú, representando una inversión conjunta de más de 1,800 millones de dólares de acuerdo con Bnamericas. Dentro del ramo, además de la demanda de mayores capacidades tecnológicas, para soportar servicios avanzados, el sector continuará apostando por la sostenibilidad, con el objetivo de disminuir su huella contaminante que actualmente representa 3% del consumo eléctrico global.
De acuerdo con encuestas realizadas por AMD, el 48% de los líderes de TI en la industria de data centers buscan reducir su impacto ambiental, por lo tanto, optando por tecnologías más eficientes que incrementen el poder de cómputo y, al mismo tiempo, disminuyan el gasto energético. Otra preocupación del sector radica en la seguridad, por lo que continuaremos viendo inversiones focalizadas en este ramo durante 2023, destinando recursos a la protección y confiabilidad de sistemas y datos.
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La movilidad y la flexibilidad han llegado para quedarse
Durante los últimos dos años, gracias a la transformación digital acelerada, hemos llegado a aprender que los esquemas híbridos, más allá de ser un beneficio, se presentan como una excelente oportunidad para alcanzar nuevos niveles de productividad.
Según un estudio de WeWork, el 81% de los latinoamericanos considera que el trabajo híbrido es el modelo ideal para desempeñar sus actividades de la forma más eficiente. Si bien este año presentamos una mayor adopción de este tipo de esquemas, se espera que 2023 sea un año de consolidación para esta tendencia en la región.
Tomando esto en cuenta, el próximo año observaremos una segunda ola de digitalización en los espacios de trabajo, construyendo ambientes de oficina más flexibles y preparados para el trabajo híbrido, apalancando herramientas que permitan a los profesionales realizar sus funciones sin importar dónde se encuentren. Comenzamos a ver esto ya con el aumento en el uso de dispositivos móviles y el crecimiento de inversiones en infraestructura de TI para habilitar una mejor gestión de datos corporativos.
De acuerdo con encuestas de AMD a sus clientes, uno de los retos que más preocupan a los directivos y responsables de sistemas, radica en la seguridad y la administración remota. Existe una base instalada en las Pymes que, ante la emergencia sanitaria, los colaboradores adquirieron computadoras personales para mantener la continuidad operativa, pero estos dispositivos no necesariamente están diseñados para lidiar con los desafíos del mundo empresarial híbrido, dando mayor complejidad a la gestión y protección de sistemas distribuidos.
El 2022 ha sido un año sumamente emocionante, un periodo de éxitos y satisfacción, pero también de oportunidades para plantar cimientos importantes de lo que está por venir. Sin duda, el 2023 aparece como un año prometedor para la innovación, y estamos seguros de que se caracterizará por marcar un antes y un después en el impacto de la tecnología, ofreciendo una plataforma para hacer de México y América Latina como un referente de la economía digital.
Por Luis Gerardo García, director general de AMD México Centro América y El Caribe