Hace más de una década se estableció que la eficiencia energética, aunque es muy importante, no cuenta la historia completa cuando se trata de la sostenibilidad. Esto sigue siendo cierto para las redes 5G actuales ya que, según muestra una nueva investigación, las redes 5G sostenibles requerirán un enfoque más holístico.
Podría perecer que solo han pasado 30 años desde que empezaron a surgir preguntas difíciles sobre la sostenibilidad del uso del carbón, pero hace más de 150 años, a finales de la revolución industrial, el economista inglés William Stanley Jevons expresó su preocupación. “Es una confusión de ideas total suponer que el uso económico del combustible es equivalente a un consumo reducido. Lo contrario es la verdad misma”.
En su libro, The Coal Question, publicado en 1865, Jevons indicó cómo las innovaciones en la eficiencia de la tecnología de las máquinas de vapor podrían conducir a un mayor uso del carbón en general, en lugar de un menor uso. Irónicamente, dadas las preocupaciones actuales sobre el carbón, Jevons estaba más preocupado de que el Reino Unido se quedara sin combustible, que por el daño ambiental que podría causar.
Sin embargo, dejando de lado la motivación, Jevons estaba hablando de algo que resonaría a lo largo de los siglos. Aunque existen muchas complejidades -y algo de controversia- en cuanto a su teoría, se puede resumir a grandes rasgos de la siguiente manera: cuanto más eficiente es un proceso o sistema, más probabilidades hay de que lo usemos, lo cual se traduce en un mayor consumo general. Esta teoría se conoció como la paradoja de Jevons.
La paradoja moderna de Jevons: la eficiencia energética de la 5G frente a la sostenibilidad de la 5G
Pasando de la revolución industrial a la revolución digital, las ideas de Jevons siguen siendo muy relevantes. El lanzamiento de las redes 5G se ha descrito como el cambio más transformador en las comunicaciones digitales en una sola generación. Las mejoras que permitirá la red 5G en términos de latencia y ancho de banda han sido discutidas hasta el infinito y no es necesario reiterarlas.
Sin embargo, junto con el lanzamiento de la red 5G y otras innovaciones digitales, obviamente también estamos siendo testigos de un mayor enfoque en la sostenibilidad y el impacto ambiental. La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. define la sostenibilidad como: “Buscar la sostenibilidad es crear y mantener las condiciones en las que los seres humanos y la naturaleza puedan existir en armonía productiva para respaldar a las generaciones presentes y futuras”.
La buena noticia es que la red 5G es ampliamente reconocida por ofrecer una mayor eficiencia energética que las redes 3G y 4G cuando se trata de la energía necesaria para transmitir los datos. Según una nueva investigación de STL Partners, desarrollada con Vertiv, las redes 5G sostenibles pueden ser hasta 90% más eficientes por unidad de tráfico que sus predecesoras 4G.
Sin embargo, como Jevons señaló acertadamente, la eficiencia no es toda la historia. A pesar de las mejoras en eficiencia energética ofrecidas por la red 5G, es probable que el consumo energético móvil general aumente, en comparación con las generaciones anteriores, a medida que se implementen más redes 5G. Las redes 5G serán más sostenibles que las redes 4G, pero también se desplegarán más ampliamente y fluirán más datos a través de ellas. Las estimaciones varían, pero según los modelos de Vertiv, es probable que para 2026 la 5G aumente el consumo energético total de la red en un 150%-170%, con los mayores aumentos en las áreas de macro, nodos y centros de datos de red.
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La eficiencia energética es un factor esencial, pero, como se describe en el informe STL publicado recientemente, Por qué la gestión de la energía es fundamental para el éxito de la red 5G, para hacer frente al desafío del consumo energético y las emisiones de carbono que presenta la red 5G, todos, desde los operadores hasta los consumidores, deben pensar de manera más integral sobre el uso de la energía y la sostenibilidad.
En la práctica, esto se reduce a dos enfoques clave:
- Asegurarse de que las redes 5G se implemente de la manera más sostenible posible lo cual incluye el uso de fuentes de energía renovables (usando no solo redes de alta eficiencia energética, sino también equipos de energía y enfriamiento asociados).
- Asegurarse de que los beneficios de las redes 5G sostenibles puede permitir sean ampliamente adoptados en la sociedad y las empresas. Por ejemplo, reemplazar los procesos análogos con un mayor consumo de carbono.
Enfoques sostenibles para la red 5G
Al analizar la primera parte del problema, STL y Vertiv identificaron algunas buenas prácticas que deberían ayudar a los operadores a controlar la intensidad del consumo energético y de las emisiones de carbono con el lanzamiento de las redes 5G. “Los operadores de telecomunicaciones están logrando ahorros significativos en energía y costos por medio de evaluar todos los ecosistemas alrededor de sus operaciones de red: las personas, los objetivos, la infraestructura y los socios”, indica Scott Armul, vicepresidente de Energía de CD y Planta Externa Global en Vertiv.
Después de que se hayan adoptado todas las medidas para asegurarse de que la red 5G sea implementada con estos enfoques eficientes, los operadores deben centrar su atención en la segunda cuestión: Asegurarse de que los beneficios de sostenibilidad que la red 5G puede permitir sean adoptados en la sociedad y las empresas. El informe identificó varias industrias con el potencial para mejorar considerablemente la sostenibilidad y la productividad por medio de servicios 5G. Por ejemplo, el sector de manufactura podría generar ingresos de hasta $730.000 millones para 2030 al usar la red 5G para facilitar un avanzado mantenimiento predictivo y la automatización.
Sin embargo, las compañías de telecomunicaciones se enfrentan a otro desafío. Es poco probable que simplemente implementen sus redes 5G de una manera sostenible y esperen a que los clientes vean a los operadores como expertos en gestión energética. Según el informe de STL, solo el 37% de los encuestados indicó que ve a los operadores como socios confiables en la reducción de emisiones de carbono actuales, pero el 56% indicó creer que las empresas de telecomunicaciones podrían ser socios confiables en el futuro.
Las compañías de telecomunicaciones deben ser capaces de demostrar que también utilizan la red 5G para desarrollar nuevos procesos digitales sostenibles dentro de su propia infraestructura. “Para que los clientes los consideren como socios confiables e informados, los operadores deberán predicar con el ejemplo. La estrategia energética es un gran punto de partida”, indica Phil Laidler, Director de STL Partners.
Han pasado 150 años desde las observaciones de William Jevons, pero la sociedad todavía está luchando por encontrar los modelos adecuados para la eficiencia energética, la sostenibilidad y el uso del carbón. Sin embargo, los grandes cambios llevan tiempo. Con suerte, para 2170, cuando la sociedad pueda depender aún más de las redes 5G que tengamos para entonces, la verdadera sostenibilidad habrá evolucionado de una aspiración a un requisito fundamental.
Por Andrew Donoghue, Director Global y encargado de las Relaciones con Analistas en Vertiv.