Con la ola de aplicaciones de IA generativa como el famoso y conocido ChatGPT, ha surgido una nueva área de especialización conocida como ‘prompt engineering’; concepto que definiría como la capacidad de hacer la pregunta o petición correcta a los distintos modelos de inteligencia artificial.
Parece mentira, pero esta área de especialización será la diferencia entre un buen resultado y una pérdida de tiempo. Por ejemplo, no es lo mismo pedirle a uno de estos modelos que haga una “invitación a una fiesta infantil”; a que haga una “invitación a una fiesta infantil con una temática del hombre araña, donde el promedio de edad de los invitados es de 7 a 9 años”. ¡Los resultados serán muy distintos!
Comunicarse con la IA generativa es como hablar con un sabelotodo con poco criterio, es indispensable entender cómo y a qué responden para obtener el resultado que esperamos. Por ello, el concepto de ‘prompt engineering’ será crucial en los años venideros, pues potencializará los alcances de la inteligencia artificial, al generar respuestas coherentes y consistentes, que serán aplicables al mundo laboral y social.
Robin Li, CEO y cofundador de Baidu, uno de los principales ‘search engines’ de China, estima que en 10 años más de la mitad de los puestos de trabajo estarán relacionados con el prompt engineering. Más vale que aprendamos a escribir ‘prompts’ si queremos mantenernos relevantes en el mercado laboral.
Lo mismo aplicará al mundo industrial, en donde la inteligencia artificial ha transformado la forma de trabajo en las plantas de producción y ha impuesto nuevos estándares de competitividad en el mercado. Por ejemplo, ha permitido a los sitios de fabricación escalar en sus modelos de producción sin comprometer la calidad de los procesos; a través de aplicativos como el ‘machine learning’, que permite implementar sistemas de mantenimiento predictivo, o crear algoritmos que son la base del ‘Smart Manufacturing’, por medio del cual se evalúan los datos de una producción y se adaptan los cambios de forma automática.
Durante la feria industrial ‘más grande del mundo, la ‘Hannover Messe’, Siemens y Microsoft anunciaron una colaboración para ayudar a los desarrolladores de software e ingenieros de automatización a acelerar la generación de código para controladores lógicos programables (PLC) (computadoras industriales que controlan la mayoría de las máquinas en las fábricas del mundo). En el marco de este anuncio se demostró cómo los equipos de ingeniería pueden reducir significativamente el tiempo y la probabilidad de errores al generar código PLC a través de entradas de lenguaje natural (como ChatGPT).
Estas y otras aplicaciones de la IA han resultado en la aparición (por decenas) de expertos en prompt engineering. Empresas de consultoría ofertan servicios en el ramo y las propias organizaciones han comenzado a incluir este concepto dentro de sus puestos de trabajo. Por si fuera poco, las mismas universidades han alzado la mano para coadyuvar con entrenamientos a diversas industrias y sectores, con la finalidad de formar a los empleados, y que saquen el mayor provecho de esta revolución tecnológica.
Estamos ante un cambio sin precedentes, que pondrá frente a frente las capacidades del humano vs. la tecnología creada por éste. Por ahora, la IA generativa está centrada en la generación de información, sin embargo, en diversas industrias productivas y de servicios se le empieza a visibilizar como el próximo ‘gran codificador’, permitiendo que los ingenieros en software se centren en tareas de más alto nivel.
La ingeniería del prompt facilitará el uso y la confiabilidad de los generadores de código automatizados, garantizando accesibilidad a personas que no necesariamente cuenten con estudios en programación. Esta base de personas que sea capaz de interactuar eficazmente con los modelos IA, cerrará la brecha tecnológica, extrayendo el mayor beneficio de esta tendencia.
Por Alejandro Preinfalk, CEO de Siemens México, Centro América y el Caribe