La irrupción intempestiva del COVID 19 tuvo un fuerte impacto en el mundo de los negocios en marcha, pero también en el mundo de los negocios potenciales, es decir, en los emprendedores. La prioridad cambió hacia habilitar a que los negocios pudieran seguir operando y al mismo tiempo cumplir con los lineamientos de higiene, distancia social y prevención dictados por las autoridades de salud.
De acuerdo con el Dr. Eduardo Durazo Watanabe, académico e investigador de CETYS Universidad Campus Internacional Ensenada, otra prioridad que surgió fue el tema de la salud y el bienestar. Si bien ha habido diversas medidas para disminuir los contagios por COVID -cubrebocas, lavado frecuente de manos, vacunación-, el distanciamiento social fue una de las primeras medidas que se tomaron y que probaron su efectividad. Sin embargo, esto trajo consigo diversos problemas dado que una gran cantidad de negocios se basan en atraer clientes a sus puntos de venta y oferta de servicios.
“Es así que los negocios tradicionales tuvieron que adaptarse al medio más inmediato que les permitiera seguir operando y en la mayoría de los casos ese medio fueron las plataformas digitales. Desde envíos de comida, comercio electrónico o servicios en línea, sin duda fue el medio que les permitió no parar sus operaciones. Para lograr esto, y a pesar de la baja en ventas, las organizaciones tuvieron que hacer una inversión para lograr estar en estas plataformas, desde licencias, adecuación de sus productos al medio digital, comisiones por uso de plataformas de terceros; la inversión no fue menor y los propietarios de negocios esperan poder rentabilizarla al incrementar su base de clientes y usuarios”, destaca Durazo Watanabe.
Sin embargo, destaca el Experto CETYS, a pesar de las estrategias de los gobiernos para contener la pandemia, hasta el momento seguimos conviviendo con el COVID-19 con todo lo que ello implica. Esto no quiere decir que no haya habido avances significativos, la vacunación masiva ha posibilitado que cada vez más gente pueda salir a los espacios que antes eran cotidianos previos a la transmisión generalizada del virus, pero a pesar de ello estamos en una nueva etapa en la que estamos aprendiendo a convivir con el riesgo que implica el contagio aún latente, dado que el virus sigue presente en todos los países.
Esto ha implicado que los negocios y sus modelos de rentabilidad se han adaptado a estas nuevas condiciones. Si bien algunos pudieran haber pensado que el COVID-19 era una situación transitoria, el que nos estemos acercando a los dos años de iniciado el brote -el primer brote se reportó a finales de 2019-, nos deja ver que esto se ha convertido ya en un asunto de largo plazo, y las estrategias de negocios no pueden esperar a que pase esta circunstancia para regresar a los modelos tradicionales.
Finalmente, el Dr. Eduardo Durazo concluye que es momento de que todos los participantes del proceso del ecosistema de negocios participen activamente en consolidar las transformaciones que los negocios han experimentado en su transición a apoyarse en plataformas digitales. “Esto implica el desarrollo de una infraestructura digital de mayor capacidad, desde la conectividad, la capacitación, el desarrollo de habilidades digitales en los consumidores. La valoración de los negocios en el mundo digital cruza por hacer conciencia de que la nueva normalidad implica para todos -dueños de negocios, consumidores y gobierno- invertir en un nuevo esquema que llegó para quedarse”.