El Día Internacional de los Trabajadores, es el momento ideal para que las empresas reflexionen sobre las nuevas formas en que pueden mejorar la calidad de vida de sus colaboradores, ofreciendo beneficios que hoy son más importantes que el salario económico, el llamado salario emocional.
La Millennial es sin duda una de las generaciones más controversiales y diversas; pero también, una de las más tecnológicas y socialmente responsables. Percibida erróneamente como la generación de “los jóvenes”, los Millennials, nacidos entre 1980 y el año 2000, hoy tienen entre 21 y 40 años, y constituyen la mayoría de la fuerza laboral actual. Y aunque la mayoría de las empresas puedan percibirlos como poco estables, en realidad esta generación tiene muchos atributos que es importante motivar y retener.
Según el INEGI, los Millennials representan el 46% de la población ocupada en el país; y de acuerdo con proyecciones de la consultora Deloitte, para 2025 serán el 75% de la fuerza laboral en el mundo.
Esta generación valora la capacitación y las oportunidades que una empresa les pueda ofrecer. Para ellos, el clima laboral y las prestaciones son tan importantes como el dinero que una compañía les da, esto es algo que las organizaciones deben aprender a apreciar y aprovechar.
En una encuesta reciente realizada por Up Sí Vale entre trabajadores de diferentes sectores el 85% declaró que las prestaciones o incentivos adicionales a su salario son muy importantes para ellos; aunado a esto 9 de cada 10 declara que influyen para permanecer en ella y son un factor importante para no buscar otro empleo. Los empleados Millennial tienen muy presente este tipo de apoyos y no dudarán en irse a otra empresa si la única diferencia son esos incentivos extras.
¿Cómo retener entonces al talento Millennial?
El llamado salario emocional, es decir, todas aquellas retribuciones no económicas que una empresa pueda ofrecerles, son una opción con la que las empresas pueden enriquecer su paquete de prestaciones, incentivar de forma positiva el ambiente laboral, incrementar su productividad; y evitar la fuga de talento.
Y es que este tipo de incentivos tienen un impacto emocional real en los colaboradores; según la misma encuesta de Up Sí Vale, 4 de cada 10 empleados declararon que este tipo de incentivos o beneficios adicionales los motivan a hacer mejor su trabajo; 5 de esos 10 afirmaron que los hace sentir valorados, pues demuestra que su empresa está buscando maneras de premiar su trabajo. Solo 1 de cada 10 indicó que le resultan indiferentes.
Respecto a cuál es el mejor incentivo o prestación extra favorita, los vales de despensa o monederos electrónicos son los más populares (55%); seguidos por el acceso a créditos o adelantos de nómina (14%); y las prestaciones médicas (14%), finalmente, se encuentran los regalos en fechas especiales como Día de la Madre, Navidad, Día del Trabajo; y los reconocimientos a la productividad (11%).
Uno de los mitos a romper es que ofrecer este tipo de “salarios emocionales” es complicado o costoso para las empresas, cuando la realidad es que hoy en día hay muchas alternativas.
De acuerdo con UpSíVale, otro de los retos es que las empresas comuniquen efectivamente a sus colaboradores estos beneficios, para que los empleados realmente los aprovechen, y valoren estas prestaciones. En esta misma encuesta el 57% de los encuestados declaró que está al tanto de los beneficios o incentivos extras que le ofrece su compañía y que los usa constantemente; sin embargo otro 30% confiesa que no las conoce pero que le gustaría, para poder aprovecharlos mejor.
Sin duda alguna, con esta nueva generación de trabajadores, atrás quedaron las épocas en que el dinero lo es todo, en la medida en que las empresas enriquezcan sus paquetes de prestaciones, sean más creativos y se adapten a las necesidades que tienen los nuevos empleados Millennial podrán mejorar su calidad de vida, su productividad, evitar la rotación de personal y la fuga de talento.