La economía nacional y mundial atraviesa por un periodo de incertidumbre. Recientemente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) informó que para el cierre de este año se prevé una desaceleración significativa del crecimiento mundial. De hecho, el Banco Mundial estima que el crecimiento económico en América Latina descienda a 2.5% en 2022, desde el 5.7% del año pasado.
Esto no es casualidad y está en línea con el momento actual que atraviesa la economía mexicana: apenas el 9 de agosto el Índice de Precios al Consumidor registró una variación de 8.15%, la inflación más alta registrada desde diciembre del año 2000.
Todo lo anterior tiene un impacto en la actividad y el entorno laboral de las empresas. Los altos niveles inflacionarios afectan directamente al poder adquisitivo de los empleados con el salario que perciben, y complican a los empresarios en virtud de variaciones salariales.
Por eso, hoy más que nunca es importante que las empresas miren hacia el salario emocional que ofrecen a sus colaboradores. Se trata de aquellas retribuciones no económicas que un trabajador obtiene alrededor de un trabajo, como horarios flexibles; equilibrio entre la vida laboral y personal; prestaciones y beneficios; reconocimientos, e incluso las capacitaciones, actualizaciones y el aprendizaje que se obtiene al realizar una actividad.
Hoy en día, el salario emocional es fundamental para los empleados en México. Sobre todo considerando que los millennials y centennials representarán el 75% de la fuerza laboral en los próximos cinco años.
Estas generaciones, a diferencia de las anteriores, valoran la flexibilidad y el trabajo desde casa; aprecian el reconocimiento no por años, sino por sus funciones y logros; se orientan al diálogo y buscan compartir sus opiniones; y les interesa estar en empresas con más motivaciones más allá de los económicos.
Sumado a lo anterior, de acuerdo a estudios, los principales motivos que motivan a un empleado a comprometerse con una compañía son el hecho de tener flexibilidad de horario y sentirse valorados por sus superiores. Estos casos elevan el nivel de felicidad hasta 3.2 veces e incrementan hasta 3.7 veces las posibilidades de que recomienden a otros profesionales trabajar en una compañía.
Por todo lo anterior, las empresas deben voltear hacia la digitalización de los procesos de recursos humanos para proveer a los empleados un entorno tecnológico y moderno, con el cual puedan sentirse más felices en su trabajo y abonar al salario emocional. HolmesHR nos aconseja cómo hacerlo.
Consejos para incluir el salario emocional
- Escucha a los colaboradores: Es importante que las empresas ofrezcan a los empleados la posibilidad de manifestarse con el equipo de liderazgo. Hacerlo es mucho más fácil cuando se ofrecen herramientas como un buzón de quejas y sugerencias en las que los colaboradores pueden notificar de manera confidencial lo que les preocupa al interior de la empresa. También es importante realizar encuestas de clima laboral personalizadas, para siempre tener un monitoreo puntual de la satisfacción de los equipos.
- Trabajo a distancia: Se prevé que para el 2030 la demanda de trabajos desde casa se incremente en un 30% a nivel mundial y no es casualidad: un estudio de ADP Research Institute indica que el 64% de los trabajadores del mundo, que tras la pandemia comenzaron a trabajar en casa, renunciarían a su empleo si la empresa les obliga a volver al trabajo presencial de tiempo completo.
- Capacitación constante: Las empresas deben crear programas de capacitación y actualización de las herramientas de trabajo para los empleados. Esto, primero genera en el colaborador una sensación de que la compañía se preocupa por el crecimiento y el desarrollo profesional del empleado. Además, permite que los empleados siempre se encuentren preparados para operar bajo métodos innovadores, con tecnología de vanguardia, y apegados a los procesos más adecuados para conseguir resultados positivos.
- Beneficios: Las leyes mexicanas establecen que existen prestaciones y beneficios obligatorios para los empleados, aunque existen empresas que ofrecen prestaciones superiores a las estipuladas por las autoridades, lo que representa una ventaja considerable en materia de salario emocional.
Algunas de ellas son los programas de beneficios como los bonos de despensa; guardería para los hijos de los colaboradores; descuentos en gimnasios; seguro de gastos médicos mayores y adelantos de nómina, es decir que el empleado reciba su quincena por adelantado cuando tenga algún tipo de emergencia económica.
- Transparencia: Para ello, es importante contar con un organigrama digital al que todos tengan acceso fácil y rápido, en el que todos los datos de los colaboradores, de los distintos niveles, sean recopilados de forma automática para que siempre se encuentre actualizado.
Los equipos de Recursos Humanos pueden personalizar la visibilidad de la información, decidir qué campos son privados, e integrar características como fotografías para hacerlo más atractivo.
En materia de transparencia, también es importante tener un panel de noticias en el cual se informe a los colaboradores de todas las novedades de la empresa, además de que se les envíen alertas y notificaciones para generar una satisfacción de claridad en los anuncios.
- Empleados conectados: para ello es fundamental contar con una red social corporativa en la que los equipos pueden interactuar entre sí, como sucede en las plataformas sociales convencionales.
De ese modo, se reduce la sensación de distanciamiento que puede generar el trabajo remoto, se propicia la colaboración, se brinda retroalimentación inmediata, y se desdibujan las barreras jerárquicas haciendo sentir al empleado más cerca de su jefe directo, lo cual propicia un mayor nivel de confianza.
El salario emocional es parte fundamental para la creación de un entorno laboral en armonía, positivo y orientado a resultados. Quien no priorice dicho aspecto, puede enfrentar desafíos en materia de rotación, renuncias, así como conflictos internos. Un empleado feliz siempre será más productivo, además de que estará más comprometido con sus compañeros, los objetivos y los valores de la compañía.