La transformación digital de empresas y negocios durante los últimos años, especialmente a partir de la pandemia por SARS-CoV-2, ha puesto de manifiesto lo indispensable que resulta la tecnología y el desarrollo de software para los sistemas de seguridad. Ante esta innovación, a los emprendedores se les abrieron carriles para penetrar nuevos mercados, pero también para enfrentar nuevos retos relacionados con la privacidad y seguridad de sus procesos, sistemas y bases de datos.
Aunque la seguridad y las medidas de protección son factores muy importantes para el crecimiento de un negocio, representa un tema de riesgo respecto a la vulnerabilidad que se enfrentan los sistemas de los diversos sectores de la industria. Debido a la actual situación de pandemia, diversos negocios aceleraron su presencia en internet para facilitar el trabajo remoto, como por el comercio electrónico, pero fueron muy pocos los que contaban con un presupuesto preestablecido no solo para la implementción de dispositivos y sistemas digitales o dar mantenimiento a los mismos, sino para proteger la interacción con dichos sistemas y los nuevos volúmenes de tráfico experimentados.
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Hoy en día, el consumo mueve la economía mundial, por lo que es indispensable ofrecer servicios y productos digitales que cuenten sistemas de seguridad y medidas de protección confiables para brindar certidumbre tanto a los consumidores como a los inversores, en aras de mantener en equilibrio las relaciones dentro de la cadena de comercialización de bienes y servicios.
Ante este panorama, Unosquare incentiva a hablar de la importancia de implementar medidas de protección y dar mantenimiento de manera constante a los sistemas de seguridad en los productos y servicios, especialmente, a quienes recientemente se han introducido al mundo digital y se acercaron a las nuevas tecnologías.
“Los sistemas digitales y los dispositivos electrónicos se volvieron esenciales en cualquier negocio, convirtiéndolos en el blanco principal de ciberataques. En este sentido, las medidas de protección en los sistemas de información son una serie de herramientas que buscan preparar y protegerlos de ataques, así como de contar con protocolos para actuar en caso de riesgo”, indicó Giancarlo Di Vece, CEO de Unosquare.
De acuerdo con el último pronóstico trimestral de ciberseguridad de Canalys, en el mejor de los casos, durante el 2021 el gasto en la implementación de servicios de protección y sistemas de seguridad aumentarán un 10%, a nivel mundial.
Sin embargo, aun con el crecimiento continuo de la inversión en ciberseguridad, la cantidad de brechas de datos y registros comprometidos, así como ataques de ransomware, alcanzaron un máximo histórico en 2020. En América Latina se registraron cerca de 40,000 mil millones de intentos de ciberataques y, en México, el país más atacado de la región, sufrió 14 millones, tres veces más que en 2019.
Cuando una empresa no cuenta con protocolos y sistemas de protección, además de poner en riesgo sus operaciones, vulnera a sus consumidores e inversionistas, dado que estos ciberataques están pensados principalmente para robar bases de datos con el objetivo de venderlas en los mercados negros. “Esto no sucede solo mediante malware, sino que puede ocurrir desde el interior del establecimiento cuando no se procura capacitar y regular el acceso de los empleados a la información de los clientes en los puntos de venta. Los sistemas de seguirdad sirven también para monotirear el acceso y contacto que tiene el personal a datos confidenciales, como las tarjetas de crédito”, añadió Di Vece.
Para los comercios, contar con mecanismos y software de seguridad ya no puede ser un lujo o una opción, se trata de un aspecto indispensable en el procesamiento de datos de los consumidores e inversores, debido al costante surgimiento de nuevas herramientas y programas para el robo de datos e información. Garantizar la seguridad no sólo ayuda a las empresas a mantener la confianza de los clientes e inversores, sino que es una forma de optimizar los procesos y actividades de los negocios y avala el cumplimiento de las medidas necesarias para no incurrir en la violación de los normas y reglamentos que salvaguardan los derechos de todas las partes.