Si escuchas el sonido de las notificaciones del correo electrónico incluso cuando no estás cerca de tu computadora o celular, es probable que sufras de tecnoestrés. Es un padecimiento de la era digital que ocasiona repercusiones en la salud mental y física, pero que es fácilmente tratable con los medios adecuados.
En el libro Minimalismo Digital, el experto en informática Cal Newport señala que el estrés tecnológico puede prevenirse fácilmente si se actúa con rapidez, y nada hace que las cosas sean más veloces que la propia tecnología.
Parece que la respuesta más lógica para hacer un detoxificación de la tecnología es dejar utilizarla o limitar su uso, hay que destacar que por sí misma no es ni “buena” ni “mala”: el empleo que se le dé es lo que hace que sea una solución con resultados positivos o negativos.
He aquí algunas recomendaciones en las que los dispositivos tecnológicos sirven como métodos efectivos para tratar el tecnoestrés y cómo usarlos de manera correcta fuera del trabajo, la escuela o las obligaciones:
- 1 – Adiós, distracciones. ¿Alguna vez escuchaste sobre la musicoterapia? Aunque tiene distintos usos y aplicaciones, su objetivo principal es generar bienestar. Si los cantos de ballena o de naturaleza no son lo tuyo, con hacer unas cuantas búsquedas en internet encontrarás audios especiales o discos enteros e información relevante sobre cómo escucharlos. Sólo ponte los audífonos y olvida el mundo por unos instantes.
- Listo para lailuminación. Con seguridad tienes instaladas aplicaciones para pedir comida o servicios de transporte, pero haz un poco de espacio para apps de mindfulness, porque meditar es más efectivo de lo que crees. Cierra los ojos, siéntate en la posición adecuada, aléjate de tu celular y escucha las indicaciones atentamente: esto es lo que te hacía falta.
- ¡Organízate! El tecnoestrés no te dejará pensar y es probable que de 10 responsabilidades, sólo completes tres. Menos mal que la tecnología digital te ofrece cientos de herramientas automatizadas que te ponen al día, te dicen qué hacer, y cuándo entregarlo. Prueba primero al planificar una semana y después un mes para que entres en materia.
- No está prohibido divertirse. Un momento de ocio al día hará una enorme diferencia en tu vida. ¿Sabías que tu smartphone puede ser la fuente más grande de juegos? Puedes buscar una plataforma de entretenimiento en línea, incluso podrías buscar otro tipo de entretenimiento como contenido streaming.
- Al orden de tu salud. El estrés es silencioso: te pierdes tanto en tus obligaciones que cuando te das cuenta ya estás hecho un desastre. Existen algunos dispositivos inteligentes que monitorean tus signos vitales o condición física y te envían una alerta cuando estés a punto de colapsar. Que la cultura de la prevención sea un hábito.