Hablar de lucha contra el cáncer hoy en día es hablar de innovación, de la aplicación de la tecnología a la salud para mejorar la vida de los pacientes y de promoción de hábitos de vida saludables.
La tecnología hoy en día permite avanzar tanto en las terapias como en los tratamientos individualizados. Los datos son esperanzadores, la mitad de las personas que padecen cáncer en la actualidad sobreviven.
Existen 200 tipos de cáncer diferentes y cada año se detectan 18 millones de nuevos casos de cáncer en el mundo. Esta es la cara mala de la moneda; sin embargo, la mitad de las personas que padecen esta enfermedad se curan. Y la tecnología es parte de la solución.
El objetivo de hacer uso de la tecnología es hacer posible la detección temprana y afinar el tratamiento para que sea lo más personalizado posible, ya que ambas cosas son directamente proporcionales al éxito en la recuperación, en otras palabras, son una prioridad para salvar vidas.
En los últimos años se está avanzando de forma exponencial en el estudio de la genética y la epigenética, es decir, el impacto de los factores ambientales en la expresión de los genes.
Estos avances permitirán aplicar tratamientos especializados a cada persona, y, junto a la medicina de precisión, determinarán no solo dichos tratamientos sino también la posibilidad de identificar grupos de riesgo a los que detectar de forma precoz la enfermedad.
La tecnología ayuda a la detección temprana de forma directa. El examen visual de las imágenes médicas y las técnicas manuales que se utilizan para detectar cualquier tipología de cáncer, consumen una gran cantidad de tiempo y tienen un alto margen de error. Los avances tecnológicos en imágenes médicas y biomarcadores mínimamente invasivos son prometedores para abordar los desafíos en detección, tratamiento y seguimiento del cáncer.
También la Inteligencia Artificial juega un papel fundamental en el examen de la imagen médica donde las técnicas de IA ayudan a identificar anormalidades sobre patrones establecidos por lo que constituyen una herramienta precisa de soporte al diagnóstico.
Nuevas técnicas y tratamientos menos invasivos
Existen nuevas técnicas no invasivas como la biopsia líquida, una prueba analítica que se realiza en una muestra de tejido biológico, fundamentalmente en sangre, y se aplica al diagnóstico del cáncer en estado temprano.
El método consiste en tomar varias muestras de fluido a lo largo del tiempo, lo que ayuda a los médicos a entender la evolución del cáncer y valorar la eficacia del tratamiento que se está aplicando en cada caso.
Como referencia, el oncólogo Josep Baselga, del Comité Científico de Vall D’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), considera que la biopsia líquida será una de las herramientas más prometedoras en la lucha contra el cáncer y asegura que su aplicación permitiría aumentar su curación en un 25%. Los tumores eliminan de forma natural parte de su ADN a la sangre y a partir de una pequeña extracción, los investigadores son capaces de detectar un tumor con mayor antelación.
Por: María Jesús Cáncer, Directora de Innovación de everis Brasil.