A medida que las nuevas tecnologías impactan todas las esferas sociales, su uso se posiciona como un gran aliado para optimizar las tendencias en seguridad de las personas. Con el uso de Internet de las Cosas (IoT), Inteligencia Artificial (IA), la Nube o el Machine Learning, entre otras, las agencias gubernamentales, los centros de mando, instituciones y/o gobiernos están redefiniendo una nueva era de servicios para los ciudadanos.
“Actualmente, los avances en campos como el reconocimiento facial, la videovigilancia y el análisis de grandes cantidades de data, están permitiendo la construcción de un ecosistema inteligente de comunicaciones para que ciudades, naciones y comunidades sean más seguras”, comenta Alejandro López, Gerente Regional de Carbyne.
Con esto en mente, el experto comparte cuatro tendencias tecnológicas en materia de seguridad que marcarán esta nueva década y que ayudarán a tener ciudades y empresas más inteligentes:
1. Reconocimiento facial
El reconocimiento facial es una tecnología basada en IA para identificar personas a partir de los datos biométricos de sus rostros. Esta solución, se comenzó a utilizar en aeropuertos y zonas de alto tráfico humano, pero se ha extendido para la autenticación de usuarios en cruceros u hospitales, así como en la localización de personas extraviadas. Este año será clave en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio, para el registro de unas 300 mil personas (atletas, reporteros, voluntarios), marcando el futuro de los sistemas de control en grandes eventos públicos.
2. Geolocalización y videollamadas
La ubicación exacta de una persona durante una emergencia es crucial. Hoy en día, soluciones inteligentes se basan en la Nube y potenciadas por herramientas de IoT, están permitiendo a los servicios del 911 en México lograr la geolocalización de los ciudadanos en tiempo real durante una emergencia. Una vez que el usuario marca desde su celular puede ser ubicado, así como asesorado por un experto de asistencia médica por medio de una videollamada. Esto se traduce también en una reducción de los tiempos de respuesta de las corporaciones, que alcanza hasta un 40% en los casos de emergencia, así como la optimización de hasta el 50% de los recursos disponibles, utilizándolos exactamente cuando se requieren y dónde éstos son necesarios.
3. Drones para búsqueda y rescate
El uso de drones es una tendencia que ha sido adoptada por varios países, como China, México y Estados Unidos. De acuerdo con el estudio “More Lives Saved: A Year Of Drone Rescues Around The World” de DJI, hasta 2018 al menos 124 personas habían sido rescatadas gracias al uso de drones a nivel mundial. Estos dispositivos, permiten a los rescatistas la localización de gente perdida, vigilancia de móviles sospechosos, entrega de suministros necesarios como comida o ropa, así como acortar los tiempos de búsqueda de horas a minutos, por lo que su adopción seguirá en auge.
4. Alumbrado LED
Quizá pueda parecer sencillo, pero la energía eléctrica, sobre todo el alumbrado LED, ha demostrado ser uno de los agentes de cambio en la vida urbana, pues ayuda a reducir la tasa de criminalidad. En 2019, Buenos Aires se convirtió en la primera ciudad de Latinoamérica con un alumbrado público completamente LED, que además de un ahorro de energía y reducción de emisiones de CO2, genera una mayor seguridad, pues las luces blancas LED favorecen los procesos de reconocimiento facial y la percepción de colores a simple vista a través de cámaras.
“Los análisis revelan que existen tres capas tecnológicas con las que una ciudad debe contar para mejorar: tecnología base (smartphones y otros dispositivos conectados en redes que proporcionen datos), aplicaciones específicas que conviertan esos datos en información útil y, finalmente, llevar a cabo las modificaciones necesarias para responder a los requerimientos de los ciudadanos. En la próxima década veremos cómo no sólo se cumplen estas condiciones, sino cómo es que se generan nuevos escenarios para la seguridad ciudadana”, concluye Alejandro López.