México representa una de las economías más dinámicas de América Latina. A través de las condiciones que ofrece un sinnúmero de empresas encuentran aquí la posibilidad de establecerse y desarrollar su crecimiento. En este sentido, no es ninguna coincidencia que el país se ha convertido en una de las principales capitales tecnológicas de la región.
En este panorama, es donde la
Business Digital Transformation o transformación digital, ha tomado especial relevancia.
Este proceso, que involucra: el uso de tecnología, la incorporación de prácticas de agilidad y el direccionamiento estratégico para mejorar la productividad; la velocidad para adaptarse; además de la experiencia de los clientes finales de cualquier empresa, se está convirtiendo en una tendencia que cada vez más compañías adoptan. Sin embargo, el camino es aún largo.
De acuerdo con IDC, sólo 23% de los grandes corporativos del país han iniciado este cambio tecnológico en sus procesos. La misma fuente revela que, para 2021, se espera que el 40% del PIB de la región se digitalice por lo cual, las compañías que se encuentran en territorio nacional no pueden rezagarse en este cambio.
Y es que, en esta evolución, la región latinoamericana está avanzando a pasos agigantados.
Digitalización de los negocios
Las perspectivas indican que, para los próximos años, en México y los demás países de Centro y Sudamérica, se registrará un crecimiento -en cada sector productivo- impulsado por ofertas, operaciones y relaciones mejoradas digitalmente.
Según datos proporcionados también por IDC, la inversión a nivel mundial en tecnología y servicios necesarios para que empresas y organizaciones alcancen este cambio alcanzará, en 2023, los 2.3 billones de dólares.
Así, se espera que la manufactura de procesos y la manufactura discreta (automóviles, equipos domésticos industriales o computadoras), además del retail, sean las industrias que más crezcan.
Pero no sólo eso.
En un plazo máximo de cinco años, casi el 70% de todo el gasto en TI en la región se destinará a las tecnologías y servicios de la “tercera plataforma” (cloud computing, big data, social business y mobility), ya que más del 75% de las empresas creará entornos de TI «nativos digitales» para prosperar en la economía digital.
En este contexto, el modelo de negocio podrá adoptar distintos formatos. Uno de ellos es el “peer to peer”, que contacta directamente a las dos partes que realizan la transacción. Servicios como el de Airbnb y Uber son de los más destacados en esta clasificación.
Por su parte, la economía de la suscripción también da lugar a iniciativas de otra naturaleza -conocidas como “freemium”- que publicitan productos o servicios de manera gratuita y, en paralelo, ofrecen otra variante “premium” para quienes desean contenidos de una calidad mayor o libres de publicidad (como es el caso de Spotify).
Es obvio que las compañías tradicionales no tienen por qué incorporar -de inmediato- todas estas prácticas surgidas de la Digital Business Transformation.
Pero, de no abrirse a esta tendencia, correrán el riesgo de que su negocio sea
“consumido” por iniciativas
Tech con mayor flexibilidad y capacidad para responder a lo que buscan los clientes.
¿Y en México?
La
transformación digital en el país está tomando un eje interesante: el de adelantarse a las necesidades de los consumidores. La tendencia de las empresas locales apunta, en esa práctica, la clave para destacar en cualquier mercado. Esto añadido, obviamente, a la búsqueda de una mejor conectividad y a la consolidación de datos.
Sumado a esto, no se debe perder de vista que la Digital Business Transformation involucra a todos los niveles de cualquier organización: donde desde la dirección hasta los niveles de operación, deben conocerse todas las implicaciones y ventajas de sumarse a este cambio, para lograr así, el nuevo mindset que hará posible transformarse para evolucionar.
Por su parte, es un hecho que la consolidación de nuevas tecnologías confirmará la importancia que tiene México. Por ejemplo: de acuerdo con previsiones de IDC, la inversión total en tecnología será de un 21.3% del PIB.
No hay duda que sectores tan importantes para la economía nacional, como el financiero o el de comercio electrónico, serán de los que más innovación alcancen. Cambios en su modelo de negocio y estrategia digital, y la implementación de mejoras en las APPS de consumo, serán las constantes para los próximos años.
Por demás, es un hecho que las pequeñas y medianas empresas (pymes) del país se sumarán a esta transformación. Cada vez será más común el acceso a nuevas herramientas que permitan el desarrollo y crecimiento de estos negocios. Ahí, sin duda, debe cimentarse el desarrollo económico de México.
Un gran reto
Para 2020, el país tiene la enorme oportunidad de seguir avanzando en la transformación digital de las empresas que aquí se encuentran. No es una tarea sencilla: la iniciativa pública y privada, debe promover -en conjunto- las condiciones para que este cambio se acelere.
Como lo hemos visto, Latinoamérica es ya una de las regiones más importantes en esta evolución de la forma de hacer negocios. Y México no puede perder su posición como uno de los países más relevantes y con mayor apertura tecnológica de la región. El siguiente año será, sin duda, fundamental para que esto ocurra.
Por: Analía Baño y Luis Battilana. Directores generales Baufest México