La pandemia de Covid-19, adelantó hasta en cuatro años lo esperado para la transformación digital. La telemedicina, el crecimiento de las aplicaciones de entrega y la automatización de los servicios diarios, son ejemplos básicos de eventos que se han acelerado para atender a la población.
La disponibilidad de profesionales, por otro lado, no suele estar a la altura de la demanda, en gran medida gracias a la poca oferta académica en éstas áreas. Tal como lo indicaba el año pasado la International Youth Foundation (IYF) mediante una conferencia virtual sobre empleabilidad de jóvenes para la Industria de Tecnologías de la Información, en dónde señalaron que más de 1.8 millones de estudiantes de nivel medio superior cursan una carrera técnica en México, sin embargo la oferta académica sigue siendo deficiente.
Basándose constantemente en los medios de comunicación y en discusiones internas de empresas de diferentes sectores, la falta de profesionales de la tecnología fue fuertemente impulsada por la cuarta revolución industrial.
Desde hace más de 10 años, se han publicado varios análisis que predicen la brecha de fuerza de trabajo, debido a que la cantidad de profesionales formados actualmente en la educación superior en México no satisface la demanda del mercado.
Según el Reporte del Mercado Laboral de TI 2022 de Hireline, la oferta de empleos de tecnología aumentó 88% en 2021, lo que significa que el crecimiento del campo laboral en este sector está en auge; aunque irónicamente, a pesar del aumento en la oferta de empleos, se estima que en México cerca de 140 mil puestos de trabajo en el sector de tecnologías de la información quedan sin ocuparse cada año.
Es necesario incentivar a los jóvenes y mujeres, que representan una pequeña porción de los profesionales de TI debido al estigma y la falta de incentivos observados desde la infancia, a buscar capacitación en áreas afines.
Tal vez te interese: Las empresas se enfrentan a decisiones difíciles debido a la crisis de talento de TI
Con un enfoque en la empleabilidad, también es fundamental volver a capacitar a las personas que ya están en el mercado, dado el rápido rezago en las habilidades debido a la constante aparición de herramientas y técnicas más modernas.
Los problemas macroeconómicos impactan la disponibilidad y consistencia de los cursos y calificaciones, desde la infraestructura y el compromiso de seguimiento, hasta el apoyo financiero para evitar la deserción.
Estas iniciativas se convierten en inversiones cuando se considera el largo plazo: reducción de los niveles de desempleo, mejores condiciones sociales y económicas para una parte considerable de la población y el consecuente posicionamiento del país como referente en servicios TI.
México cuenta con buenos niveles en los rankings de innovación en cuanto a la región de Latinoamérica se refiere, sin embargo, también es cierto que ocupa los últimos lugares en competitividad digital, esto debido en gran medida a los marcos regulatorios y la baja inversión que se destina a este sector en el país. Por tanto, es necesario que exista una conjunción entre los sectores público y privado para que junto a la creación de empleos, existan suficientes trabajadores capacitados para ocupar esas plazas.
En el sector privado, derivado de la apuesta por la capacitación constante y el fortalecimiento de la cultura organizacional, surgen las universidades corporativas. Las empresas comenzaron a brindar capacitación interna y externa, con el objetivo de desarrollar profesionales y reducir el déficit de contratación.
Los programas brindan el soporte técnico necesario para la calificación de estos profesionales, aunque no pertenezcan a la empresa que ofrece el curso. De forma gratuita, se pueden ofrecer a cualquier persona interesada, con opciones para quienes no tienen conocimientos previos.
Las inversiones antes mencionadas aumentan los niveles de competitividad y alientan a otras empresas a implementar cambios para una asignación más ágil de los recursos humanos.
El análisis constante de las necesidades técnicas, económicas, sociales y emocionales de estos profesionales es sumamente necesario para quienes buscan los incentivos necesarios para solucionar el problema, en lugar de esperar a que se resuelva solo.
Por: Mathias Rech Santos, Director Global de Recursos Humanos de Semantix.