La compartición dinámica de espectro, o DSS (dynamic spectrum sharing), permite que los operadores de red móvil alternen el uso del espectro radioeléctrico entre conectividad LTE (4G) y 5G. Este esquema ha permitido la llegada de 5G a ciudades de Brasil y a más localidades de Puerto Rico durante 2020.
DSS se habilita como una solución tecnológica en las redes de operadores para que los usuarios con equipos móviles compatibles utilicen 4G o 5G si está disponible en su área.
Un distintivo de esta tecnología es que los operadores no requieren hacer una división previa y rígida de canales dentro de una banda de espectro; DSS permite que se utilice el mismo espectro alternando por tiempo y según necesidades locales, como presencia local de conexiones 5G.
Este esquema permite despliegues iniciales eficientes de 5G, pues además del espectro preexistente se utilizan otros elementos de la red, como las antenas y equipo radioeléctrico.
La compartición dinámica de espectro puede ser un factor para acelerar la llegada de 5G a países que han asignado más frecuencias para banda ancha móvil recientemente y conforme crezca la disponibilidad de dispositivos 5G, desde smartphones hasta equipo para servicio fijo-inalámbrico. Esto refuerza la necesidad de asignar en América Latina bandas armonizadas internacionalmente para servicios móviles, como las de 2,5 GHz y 700 MHz.
Si bien los primeros pasos de 5G en la región pueden ocurrir compartiendo espectro radioeléctrico de las redes LTE, es necesario que los gobiernos planifiquen la asignación de bandas que permitirán la maduración tecnológica de 5G, como la de 3,5 GHz y en un futuro bandas sobre 24 GHz.