En marzo de este año inició el confinamiento como estrategia para minimizar el impacto del Covid-19. Meses después, el gobierno federal anunció el plan de regreso a la nueva normalidad con la intención de permitir un avance significativo en la reapertura económica del país, considerando acciones de prevención como lavado de manos, medición de temperatura corporal, uso de cubrebocas o máscara facial, sana distancia y control de aforo, entre otras. Estrategia que prácticamente cualquier tipo y tamaño de empresa debía poner en práctica.
Sin embargo, a siete meses de la puesta en marcha de esta primera estrategia se anunció una tendencia al alza en los índices de contagio, la cual contempla el posible retroceso a rojo en la escala de semáforo epidemiológico ocasionada por una segunda ola de contagio, el endurecimiento de las medidas y la posibilidad de regresar a la fase de confinamiento con las implicaciones económicas que esto representaría.
Este escenario no es exclusivo de México, a nivel mundial se prevé que la segunda ola de contagio cause estragos en países del continente americano y Europa. A mediados de octubre países como Francia anunciaron ‘toque de queda’ para frenar los crecientes contagios, y algunos otros como Alemania el cierre nuevamente de bares, cines, entre otros comercios.
Al respecto, el director de la OMS en Europa, Hans Kluge declaró que el incremento de contagios es debido, en parte, a cierta relajación de las medidas sociales y de salud pública, es decir, se han hecho laxas algunas de las restricciones y la gente ha bajado la guardia. Lo que implica que las personas han dejado de utilizar cubrebocas o lo usan de manera incorrecta, no respetan la sana distancia, se ha incrementado la asistencia a reuniones en lugares públicos, entre otros.
En México, este comportamiento se hace evidente en centros comerciales y tiendas departamentales, donde los encargados de tomar las muestras de temperatura lo hacen en el dorso de la mano o la muñeca con termómetros manuales, existe poca o nula vigilancia del uso correcto del cubrebocas y el control de aforo se realiza manualmente.
Actividades de prevención que pueden ser realizadas de forma automatizada y sin contacto, gracias a tecnologías como los sistemas de control de acceso y medición de temperatura corporal, diseñados para apoyar tecnológicamente a empresas de cualquier tamaño incluidas las micro y pequeñas que representan más del 90% de los negocios del país.
Es este sentido, la agencia de salud de la ONU, comentó que tan solo con mantener las medidas de prevención como el uso de mascarilla y la prohibición de reuniones sociales podría salvar hasta 280,000 vidas en la región europea.
Esto significa que durante esta segunda ola de contagio es posible enfrentar la negligencia con inteligencia, inteligencia artificial embebida en los dispositivos de control de acceso y asistencia.
Las corporaciones que tienen programado dejar pasar a esta segunda ola de contagio y reiniciar actividades en enero de 2021, la recomendación es considerar ya la implementación de estos dispositivos de control de acceso y realizar las pruebas necesarias a fin de empezar el año con una sólida estrategia de regreso a la normalidad que proteja a sus colaboradores y coadyuve a disminuirlos estragos de la pandemia.
Por Rodrigo Escamilla, Gerente de Desarrollo de Negocios de Dahua Technology México.