Este año se tiene previsto un crecimiento de 6.3% en la construcción de metros cuadrados de piso elevado para la industria de Centro de Datos mexicano, según ICREA. Asimismo, la inversión de servicios en la nube crecerá siete veces en 2021, debido a la transformación digital que está acelerando la pandemia.
También se tiene planeado el arribo de más grandes Datacenters, cuyo fin será solventar la gran demanda de datos que requiere ahora el home office, el colegio a distancia, así como las exigencias de conectividad corporativas e industriales mexicanas (nunca hubo tanta demanda de datos: en el 2020 creció cerca de 38% con respecto a 2019 y las estimaciones ahora son de más de 40%).
Las regiones que se verán más favorecidas serán el Bajío, Querétaro y el Estado de México, sin embargo, HiReF México también prevé que habrá inversiones en sectores relativamente nuevos y que ahora requieren de instalar o renovar su CPD: por ejemplo, los Edificios Inteligentes (corporativos y habitacionales), el sector industrial mexicano, principalmente el automotriz, manufactura y alimentos, sin descontar el ramo energético mexicano, y en sí mismo, las demandas de la ciudades en materia de conectividad (Internet de las cosas).
“Todo en conjunto generará una gran cantidad de emisiones de CO2 (un mega Datacenter puede contaminar el equivalente a una ciudad de 250,000 habitantes). Y un aspecto fundamental es que esta contaminación es producida por un desperdicio enorme de energía eléctrica. Queda claro: el sector genera mucho CO2 y por ende, está perdiendo muchísimo dinero en tiempos de crisis”, comentó Alejandra Castellanos, directora general de HiReF México.
La ejecutiva destacó, además, que en América Latina, uno de los principales responsables de este desperdicio, son los sistemas aire acondicionado, los cuales ocupan más del 40% de consumo de energía eléctrica en los Datacenters. «A diferencia de Europa y Estados Unidos, que existen una normatividad muy rigurosa para que los refrigerantes emitan la menor cantidad de contaminantes, en México no hay nada al respecto. Pero ahora con la crisis, es indispensable ahorrar y ser conscientes de que estas prácticas destruyen nuestro planeta. La buena noticia es que este escenario puede revertirse de forma drástica”, dijo Castellanos.
En este sentido, HiReF México invitó a que el sector de Centro de Datos mexicano apueste por sistemas de enfriamiento sustentables, como free cooling, es decir, que, a través de las temperaturas exteriores se pueda obtener grandes ahorros sólo con un diseño correcto de la infraestructura. «HiReF ofrece sistemas que utilizan refrigerantes con un GWP [potencial de calentamiento global] igual a 1; es decir, que ya no tienen impacto ecológico negativo. Utilizamos otro tipo de refrigerantes como A2L con un GWP de 400, o dicho de otra forma con un impacto realmente mucho menor”, señaló Castellanos.
Antes de la pandemia, se dibujaba la Cuarta Revolución Industrial, impulsada por cambios tecnológicos en los medios de producción y satisfacción de los bienes y servicios, con términos como inteligencia artificial, sistemas cíber-físicos, Internet de las cosas. Con la llegada del COVID19, este proceso, en muchos rubros, se aceleró exponencialmente.
Lo anterior está incrementando los niveles de contaminación de forma alarmante: la industria produce desechos como gases de efecto invernadero en los sistemas de enfriamiento, plomo y litio del uso de baterías, consumo de diesel y otros combustibles. Todo esto debería estar regulado en México.