El home office ha llevado a millones de personas a adoptar una nueva forma de trabajar: ahora se conectan mediante su red doméstica y utilizan su teléfono personal para llamar a sus clientes o su propios muebles para mayor comodidad. Muchas empresas ya han empezado a replantear su gestión financiera para ajustarse a esta nueva modalidad.
Según estudio de PwC México, cerca del 70% de las compañías mexicanas adoptará un sistema remoto o híbrido de forma permanente, lo que aumentará su necesidad por optimizar los procesos administrativos más importantes, como la facturación y comprobación de gastos, así como el ajuste de nuevos presupuestos.
“El trabajo remoto no solo parece habernos hecho más productivos, también nos ha impulsado a trabajar de manera más digital; hoy usamos más softwares y herramientas tecnológicas que nunca, lo que está desprendiendo una nueva serie de gastos que anteriormente no estaban contemplados. Ante ello, la tecnología también tendrá que formar parte central de la gestión financiera”, comenta Alejandro Zecler, CEO de Mendel.
Bajo este nuevo panorama laboral, se calcula que el uso de tecnología para transparentar procesos administrativos podría reducir los nuevos gastos de las compañías hasta en un 10%. En este sentido, Zecler nos comparte 3 consejos para hacer frente al reto de una gestión financiera a distancia.
1 – Comprender las nuevas necesidades de la organización
Las empresas se están adaptando a una nueva forma de trabajar, pero también de gestionar su vida financiera. El mantenimiento de equipos, el uso de nuevas herramientas en casa o la necesidad de contratar seguros para proteger a los colaboradores comenzarán a ganar mayor relevancia.
Hablar con los managers, e incluso con los equipos directamente, será de gran utilidad para comprender algunas otras necesidades, y saber cómo invertir en ellas y en este “nuevo espacio de trabajo”.
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2 – Optimizar la administración mediante tecnología
El uso de métodos innovadores comenzará a ser sustancial para el crecimiento empresarial, y la administración no será la excepción. Los equipos de finanzas hoy pueden hacer uso de nuevas herramientas inteligentes para acelerar y simplificar sus procesos de gestión o monitorear la forma en cómo gastan los colaboradores para cubrir sus nuevas necesidades.
A su vez, algunas plataformas más avanzadas utilizan inteligencia artificial para recomendar mejoras en el manejo del presupuesto con base en el gasto general de la empresa.
3 – Empoderar a los colaboradores
Con el paso del tiempo, los colaboradores tendrán cada vez más influencia en la manera en cómo se asigna y usa el presupuesto. Empoderarlos mediante una tarjeta de crédito corporativa digital puede ser un buen primer paso para eliminar largos y tediosos procesos burocráticos, pero también con el fin de alentar su compromiso para tomar mejores decisiones en sus gastos.
Nuevos retos han llegado para definir una nueva cultura empresarial: hoy todo es mucho más rápido, digital e hiperconectado que nunca. Ante ello, las empresas deberán acudir a nuevas tecnologías para adaptar su gestión financiera a sus propias necesidades, empoderando a sus equipos de finanzas y al resto de los colaboradores mediante procesos mucho más transparentes.