La tecnología de la información ya perdió su geografía. La arquitectura de la red corporativa dejo de definirse teniendo en cuenta la disposición de un campus, o la ubicación de sucursales, oficinas y empleados. Hoy en día, especialmente tras pandemia, la IT se quedó sin geografía. ES por ello que VMware actualizó su herramienta Workspace ONE para ayudar en el onboarding remoto.
Las aplicaciones actualmente se ubican en ambientes hiperdistribuidos, con microservicios ejecutando en distintas nubes públicas, con infraestructura en diversos proveedores de servicio local, con cargas de trabajo en el centro de datos principal, pero también en el edge; con aplicaciones SaaS que se ejecutan en cualquier parte del mundo y con empleados que requieren y esperan acceder a sus aplicaciones y datos corporativos desde cualquier sitio, desde múltiples dispositivos (algunos propios y particulares), de manera sencilla y segura, y en cualquier momento.
El desafío para las organizaciones de IT es, entonces, mayúsculo. Deben asegurar el acceso y la disponibilidad de aplicaciones y datos para una organización de empleados sin geografía y para quienes el trabajo a distancia ya no es opcional.
Según el Informe Global Security Insights 2021, el 76 por ciento de las organizaciones comunicaron un aumento en los ataques, donde la mayoría fueron dirigidos al trabajo a distancia, ampliando así el panorama de amenazas.
Para cubrir estas necesidades, VMware desarrolló una arquitectura que potencia el uso de la tecnología a través de los dispositivos, la red y la gestión de la seguridad, automatizando así el espacio de trabajo digital y asegurando la frontera de trabajo distribuido.
Con VMware Workspace ONE, las organizaciones pueden asegurar el onboarding remoto, con aprovisionamiento automático de escritorios virtuales (en la nube o en el data center) y dispositivos, aplicaciones y espacios de trabajo desde el día uno, asegurando así el acceso con single sign-on (una validación de credenciales única) para cualquier recurso, a través de una experiencia de catálogo de aplicaciones; y asegurando conectividad y velocidad, desde cualquier dispositivo en cualquier lugar, con flujos de trabajo inteligentes para automatizar la gestión de los entornos de trabajo, eliminando las tareas manuales, incluso para la identificación y resolución de problemas, en una arquitectura de seguridad de “confianza-cero” basada en micro-segmentación que elimina amenazas y reduce superficies de ataque.
Al mismo tiempo, se provee gestión de los dispositivos de acceso (Mobile Device Management y sus subdisciplinas: Mail, Catalog, Content, Application y Browing Device Management). Carbon Black asegura la protección de los dispositivos de acceso con un rendimiento único y la plataforma SASE combina una solución de SD-WAN efectiva en cuanto a costos, con SLA similar a una línea MPLS, y con servicios de seguridad robustos que llegan a los nuevos límites distribuidos y extendidos de IT.
Por Octavio Duré, Solution Engineering Director, South of Latam, VMware.