Aunque la pandemia del Covid-19 ha representado un reto mayúsculo para empresas, instituciones de asistencia y gobiernos, así como para cada uno de nosotros a nivel individual y familiar, también hay que decir que la ola de innovación que se ha generado será positiva en múltiples ámbitos. Las actuales circunstancias por las que atravesamos están fomentando también el impulso acelerado de las ciudades inteligentes, o Smart Cities, que aplican tecnologías de información y estrategias a su alrededor para focalizarse hacia modelos que ponen a los individuos en el centro de todos los objetivos.
El fin de estas ciudades es enfrentar de forma inteligente e innovadora los desafíos actuales y futuros del entorno, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos, haciendo una gestión más eficaz de los recursos disponibles, promoviendo una participación más activa de la población y ayudando a la generación de un desarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Según estima la ONU, para el año 2050 la población mundial urbana habrá crecido 63%, llegando a los 6,300 millones de habitantes, es evidente la presión de las grandes ciudades por hallar la manera de proveer servicios eficientes que se mantengan hacia el futuro.
Es importante considerar que, si bien los dispositivos de última generación y el software vanguardista son elementos prioritarios de estos nuevos modelos de ciudades, el foco no está en sumar tecnologías sin ton ni son, sino en ser capaces de incorporarlas coherentemente para cumplir con las metas señaladas arriba.
Lectura recomendada: Guía para que los operadores de edificios puedan mantener a los ocupantes más seguros y saludables.
En este tenor, destacamos 3 tecnologías que son pilares imprescindibles para el éxito de las ciudades inteligentes:
Internet de las Cosas
Sin duda, el IoT ha demostrado su valor en diferentes áreas, pero es innegable que, hablando de ciudades inteligentes, su aplicación es crítica. Conectar dispositivos vía Internet hace que las grandes metrópolis del mundo sean más productivas y seguras, y faciliten la vida de la gente.
Entre los ejemplos que esta tecnología permite habilitar están la gestión eficiente del tráfico (incluyendo el flujo de vehículos, ciclistas y peatones, así como accesos y desplazamientos), para reducir la tasa de accidentes y mejorar la calidad del aire; mayor seguridad y un óptimo manejo de los recursos (al colocar sensores en calles para, por un lado, predecir situaciones de riesgo y, por otro, eficientar la potencia del alumbrado público según la demanda en tiempo real); un mejor manejo de la basura (pues con IoT se pueden controlar los contenedores, saber si están llenos y demás información específica), para conformar una planeación más inteligente en torno suyo; la optimización del transporte público (al conocer patrones de uso de acuerdo con horarios y ubicaciones), con el fin de hacer más eficiente el servicio y ayudarse en la detección de actividades sospechosas o errores humanos; el cuidado de la población en tiempos de pandemia (colocando sensores en zonas turísticas o de socialización con riesgo de abarrotarse), para tomar decisiones al respecto, etcétera.
Inteligencia Artificial
La IA está sumamente ligada al IoT y ayuda a las ciudades a labores de medición, prevención, análisis y mucho más. Su objetivo es encontrar soluciones para las diferentes problemáticas de la ciudad inteligente, y sobre todo dar la agilidad de respuesta que los tiempos actuales demandan.
Tomando ventaja de sensores y de un inmenso cúmulo de datos, la IA debe cruzar la información adecuada para cada situación, gestionando hasta cientos de factores para hacer la segmentación que se requiere para temas como transporte, temperatura, contaminación, valores demográficos, gestión de recursos, etcétera, para llegar a conclusiones en beneficio de la ciudadanía. No es algo sencillo de lograr, por lo que, para una mayor versatilidad, un modelo que ha resultado efectivo es que la ciudad cuente con múltiples IAs dedicadas a hacer un manejo más granular, utilizando un entorno multi-nube para ello.
Protección de Datos Moderna
Los múltiples datos que se extraen de comunicaciones, Internet, sistemas de geolocalización, dispositivos conectados, bases de datos, cámaras de videovigilancia, sensores y otras herramientas de medición, representan el tercer soporte vital de las ciudades inteligentes. Es importante no sólo que todos estos datos estén protegidos y siempre disponibles, sino que su manejo sea eficiente, flexible, inteligente, confiable y sencillo. Para nosotros, la mejor forma de lograrlo es mediante la Protección de Datos Moderna.
Una adecuada Protección de Datos Moderna debe proteger cada carga de trabajo sin importar dónde se encuentre (on-premise, en la nube o migrando) y permitir el acceso a todas las herramientas y sistemas con una experiencia única, garantizando además la recuperación ante eventualidades y riesgos cibernéticos, y la posibilidad de profundizar en la analítica y explotación de esos datos para apoyar a una toma de decisiones inteligente.
Por Abelardo Lara,
Country Manager,
Veeam México.