Según el último reporte del Monitor de Sequía elaborado por la Comisión Nacional del Agua, un 72.58% del territorio nacional se encuentra bajo alguna condición de sequía. Un triste escenario que se espera que se mantenga a lo menos hasta finales de 2022. Sobre todo, en el norte y noreste de México.
A eso hay que sumarle que en México casi un 80% del agua dulce es empleada para la agricultura y solo el resto se destina para el sector público e industrial. Por este motivo, la necesidad de conseguir la mayor eficiencia posible en la gestión del agua para el mundo agrícola es considerado un requisito fundamental para quienes se desempeñan en esa área.
Sin embargo, no todo está perdido y la solución ante este lamentable contexto ya se encuentra disponible. La automatización del riego es un recurso que se levanta con fuerza ante la problemática de escasez de agua que vive el país, gracias a que entrega al agricultor un mayor control de su sistema de riego, y le permite obtener información clave destinada a tomar mejores decisiones para definir cuándo y cuánto regar. De esta manera es posible economizar este recurso y además, maximizar la rentabilidad de los cultivos.
Los beneficios de incorporar esta tecnología en los campos son múltiples: se reducen los costos por uso de agua y energía; se optimizan los procesos en el campo y, por lo tanto, la mano de obra; sin contar que se adapta a cualquier suelo y condiciones topográficas.
Instacrops ofrece una plataforma que monitorea, controla y programa de forma fácil y remota los flujos y caudales, y complementado a ello cuenta con servicios de monitoreo de humedad del suelo, parámetros agroclimáticos y control de pozos profundos, entregando información previamente procesada y en tiempo real, por medio de notificaciones y alertas, para que el agricultor pueda tomar decisiones oportunas y así optimizar el uso de recursos.
Gracias a la incorporación de esta tecnología, los productores han logrado ahorrar hasta en un 25% de agua y aumentar en un 12% el rendimiento de sus cultivos y frutales.
La sequía en México no está dando muestras de un cambio a corto plazo, lo cual sumado a la escasez del agua pueden ser acontecimientos catastróficos, por lo que agregar una herramienta de automatización podría ser la solución para maximizar el potencial productivo de los cultivos a través de la óptima toma de decisiones para los campos.