Se conoce como “brecha digital” a las condiciones de inequidad social asociadas con la falta de acceso a las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC); entre estas tecnologías se encuentran el Internet, teléfono, celulares, televisión, computadoras, y cualquier otro dispositivo que conecte a la gente a la web. Como resultado del confinamiento por la pandemicia de COVID-19, el uso de Internet y las actividades en línea vivieron un boom sin precedentes, pues tanto las comunicaciones personales, como la educación, el comercio, e incluso las actividades gubernamentales migraron a ecosistemas digitales.
De acuerdo con un boletín publicado por la Dirección General de Computación y Tecnologías de la Información de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la emergencia sanitaria aceleró 10 años el cambio tecnológico y la adaptación a nuevas tecnologías en el país. Asimismo, de acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares, publicada por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), durante el 2020, el 72% de la población (es decir, 84 millones de personas), usaron Internet, mientras que datos de Statista preven que, hacia 2025, alrededor de 114 millones de personas estarán en línea en México. El aumento de usuarios de internet en México se está alcanzando mediante la conectividad celular móvil y un mayor uso de redes como 4G y 5G.
Sin embargo, diversos expertos señalan que a pesar de esta aceleración, la brecha digital todavía existe en México en términos de acceso a Internet, calidad del servicio y habilidades tecnológicas; la misma ENDUTIH indica que solo el 60.6% de los hogares en el país cuentan con acceso a Internet, siendo los estratos sociales más bajos los que muestran menor acceso, solo 3 de cada 10 cuentan con el servicio. De igual forma, la distribución de usuarios de Internet en áreas urbanas y rurales es desigual; mientras en áreas urbanas el 78.3% de las personas usan Internet, este porcentaje cae hasta 50.8% en áreas rurales. Al respecto, la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) aseguró que el acceso a Internet no solo es un derecho, sino la base para el acceso a otros derechos básicos, como la cultura, la educación, e incluso la libertad de expresión; por ello, asegurar mejor acceso es esencial para el desarrollo nacional.
Redes WAN y tecnología 5G: Cerrando la brecha
El uso de TICs en el país tiene la capacidad de transformar el día a día de la población mexicana en sus diferentes segmentos. Desde niños y jóvenes, que se benefician cada vez más en su proceso educativo, hasta la población en general, para la que los dispositivos móviles y el acceso a Internet se han convertido en herramientas básicas en su vida diaria. Pero no solo eso, las tecnologías inalámbricas permiten mejorar la atención a la salud en comunidades remotas, y han alcanzado a los sectores de negocios e industrial a través de la llamada “Industria 4.0”.
Las redes inalámbricas como la 5G, que se empezó a desplegar en México recientemente, tienen el potencial de comenzar a cerrar la brecha digital en el país. “Como sucedió con otras tecnologías inalámbricas, el despliegue y adopción de tecnología 5G en ciertos sectores, llevará a una mayor adopción y cobertura de la red 4G en otros, lo que se traduce en un mayor número de usuarios conectados en general”, dijo Carlos Perea, Vicepresidente para Latinoamérica en Cradlepoint.
Mientras la red 4G aceleró y mejoró la conectividad entre personas, su latencia cercana a cero, mayor velocidad, y capacidad de transmitir mayores volúmenes de data, permite a la red 5G ser usada para automatizar procesos industriales, conectar dispositivos IoT, y ser un factor de cambio en la forma en que las empresas y organizaciones se comunican e interactúan con sus clientes y usuarios. “Para reducir la brecha digital es necesario tener una perspectiva amplia, que atienda tanto a los usuarios finales como a las empresas, que pueden encontrar en las redes inalámbricas no solo la solución a problemas administrativos y operativos, sino el empuje necesario para dar el salto hacia la industria 4.0”, aseguró Perea.
Así, el camino hacia la consolidación de la industria 4.0 en México también es una de las alternativas para comenzar a reducir la brecha digital en el país, ya que la adopción gradual de tecnologías inalámbricas como 5G, impulsará el desarrollo de la tecnología 4G en lugares en donde, hasta el momento, su penetración podría mejorarse.
Un país mejor conectado
Las compañías mexicanas ya han comenzado la migración hacia la conectividad inalámbrica, o están en el proceso de hacerlo. El reporte “State of WWAN 2022”, elaborado por Cradlepoint, indica que el 63% de las empresas encuestadas ya usan conectividad 4G/5G en sus operaciones diarias; el mismo reporte muestra que el porcentaje de organizaciones mexicanas que han implementado o van a implementar Wireless WAN con funcionalidades SD-WAN (WAN definida por software) en los próximos seis meses aumentó del 46% en 2020 al 67% en 2021. Este tipo de conexión permitirá una red optimizada que reduce los costos al permitir la independencia del transporte a través de MPLS, 4G/5G LTE y otros tipos de conexión. Las organizaciones podrán elegir el mejor mecanismo de transporte disponible para mejorar el rendimiento de las aplicaciones y la agilidad de la red.
En el contexto actual, en el que México vive un complejo proceso de recuperación económica, la transformación industrial hacia la automatización y la digitalización es fundamental, y para ello se requiere la mejor conectividad posible. Un país mejor conectado significa un país con mayores posibilidades de desplegar su potencial industrial, pero también con más posibilidades de crecimiento en otros sectores, como los servicios, a través de infraestructuras inteligentes, e incluso el comercio, mediante nuevas formas de pago y experiencias innovadoras para los clientes.
Por lo tanto, la adopción de nuevas tecnologías inalámbricas como el 5G, y la consecuente y gradual reubicación de la cobertura y el espectro de la conectividad 4G, juegan un papel central no sólo en el cierre de la brecha digital en México, sino también en la recuperación económica nacional.